Una semana después de que la Liga de Fútbol Profesional (LFP), a través de su presidente Javier Tebas, hiciese público su malestar con el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, del que aseguraron no sentirse "representados", el máximo responsable del fútbol nacional pasará al contraataque y responderá a LFP y Gobierno.
Villar ha convocado para este martes a la Junta Directiva de la RFEF a la que acudirán los dirigentes de las 19 federaciones territoriales. Allí se discutirá la respuesta con la que contestarán al duro comunicado emitido por la LFP. Tebas convocó una asamblea extraordinaria de la Liga después del plantón que dio Villar a la reunión a cuatro bandas junto al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal. Era una cita clave para desbloquear la situación que ha retrasado la probación por parte del Consejo de Ministros del decreto que permita la venta centralizada de los derechos televisivos de los clubes.
Tebas estalló tras la cita fallida con Villar y pidió en la asamblea que los 14 presidentes de clubes que forman parte de la Junta Directiva de la Federación renunciasen al cargo si fuese necesario. El presidente de la LFP aseguró que todos habían dado el visto bueno a la medida, pero no se sometió a votación. Fue una amenaza y una medida de presión, pero el apoyo de los equipos no fue unánime.
Guerra con Cardenal
En la Federación volverá a escenificarse el apoyo a su presidente y de nuevo se reiterará la coincidencia en que el decreto salga adelante. Sin embargo, el trasfondo de los desplantes es el enfrentamiento que el máximo organismo del fútbol español mantiene con el CSD. Villar se niega a que se auditen las cuentas de la Federación, una medida exigida por Cardenal y recurre a la FIFA para amenazar con una exclusión de España de las competiciones internacionales en el caso de que exista "una injerencia del Gobierno".
Fue el dirigente federativo quien bloqueó la salida del decreto, bajo la amenaza del artículo 78.1 de los Estatutos FIFA y el 198 del Reglamento RFEF por el que la Federación entiende que es el sujeto titular de los derechos televisivos de los clubes que participan en la Liga y no la LFP. Ha sido la excusa perfecta para que Villar exija formar parte de la negociación y la Federación saque un porcentaje (en torno al 5%) de lo que se ingrese de la venta de los derechos televisivos.
Consciente de que tiene la llave para desbloquear la situación, ha manejado a su antojo los tiempos y espera apurar al máximo lo que pueda sacar del Gobierno. En la Junta también se escenificará el apoyo al fútbol base, otro de los motivos del enfrentamiento abierto con el gobierno. La nueva ley de emprendedores prevé la fiscalización de la situación de los colaboradores de los clubes amateur, considerados hasta ahora figuras no contributivas.
Federación, Liga y CSD coinciden en la necesidad y la urgencia de que el decreto salga adelante, pero el juego de intereses ha terminado por romper los lazos y los enfrentamientos se suceden, mientras crecen los nervios de los equipos que ven la nueva venta de los derechos televisivos como la única tabla de salvación posible para sobrevivir.