"Va en el ADN del jugador". Estas palabras que pronunció Sergio Ramos el pasado mes de noviembre pueden ser la clave para entender lo que está ocurriendo con Diego Costa y la selección española. Una vez más, el delantero hispano brasileño del Chelsea aduce problemas físicos para no acudir a las órdenes de Vicente del Bosque.
En cambio, Diego Costa sí que está apto para jugar con su equipo, el club que le paga y que entrena José Mourinho. Y algo habrá cuando tiene que ser el propio técnico el que salga a rueda de prensa a confirmar la lesión de su jugador. Otra lesión que se le "aparece" el día antes de tener que acudir a la convocatoria. Diego Costa no quiere que se dude de él, pero éste es el tercer caso en el que el ex del Atlético no viene a la llamada de "su" seleccionador.
Lesionado en la primera convocatoria
La primera vez fue justo la primera vez que le llamó, cuando todavía era jugador rojiblanco. Fue allá por noviembre de 2013, una vez que decidió jugar con España. "La decisión está tomada", dijo semanas antes, en octubre. "Yo tengo muy claro lo que quiero hacer; la gente que lo tiene que saber lo saber". Entonces estaba cuajando una sensacional temporada con su equipo y el Mundial, a la vista de la esquina en su país de origen, mientras era ninguneado por la selección del país que le vio nacer, Brasil, que no le llamaba. Scolari, el seleccionador de la canarinha en aquellos momentos sí le llamó meses antes, en marzo, para jugar un total de 34 minutos en dos amistosos.
Ahí pudo ver Diego Costa que sus opciones con la que sería anfitriona en la Copa del Mundo del verano de 2014 eran más bien exiguas, con lo que buscó una segunda opción. Y ésa fue la España del Del Bosque, que encontró en él el relevo idóneo para un delantera caduca con el bajo tono de Villa y Torres.
Así, en noviembre de 2013, Del Bosque llama al delantero de Lagarto por primera vez. Pero tras una resonancia en el muslo derecho se le detecta una rotura fibrilar de grado I-II. Se la produjo en el partido de liga en el Madrigal, ante el Villarreal. Tampoco esa vez pudo acabar el partido, y fue sustituido en el minuto 82. Se quedaba sin ir convocado, pero sabía que Del Bosque bebía los vientos por él y que su oportunidad llegaría.
Debut en el Calderón, y al Mundial
Y a la segunda sí pudo ir. Fue su debut y en el que era su estadio, el Vicente Calderón, ante Italia. Ahí ya se empezó a vislumbrar que el empecinamiento de Del Bosque en meter con calzador al goleador del Atlético no era lo más recomendable ya que no encajaba en el estilo de toque de la selección.
"Contento, feliz y orgulloso de estar con la selección", señaló Costa al ser convocado a finales de febrero de 2014. Era el último amistoso antes de la convocatoria final para el Mundial de Brasil. Su última opción. Y la aprovechó. Acudió y jugó los noventa minutos.
Obtuvo su premio y acudió al Mundial, disputando los dos primeros partidos como titular, pero sin jugar el tercero. Y eso que llegaba lastrado por sus recientes lesiones que le impidieron disputar más de diez minutos en la final de la Champions. Aún así, Del Bosque confió en él.
"Sería contraproducente para su salud"
Volvió a hacerlo en la siguiente convocatoria, en septiembre. Y en la siguiente también, en octubre. Pero llegó el momento en el que "estallaron" las hostilidades, cuando fue llamado en noviembre y no acudió. Tampoco estuvo su compañero de equipo, Cesc Fábregas.
"Puede crear alguna duda, no sólo en algún compañero, sino de cara a la afición. Abre debates. Yo no lo hubiese permitido", señaló Ramos. Y es que Del Bosque prefirió darle descanso para que no fuerce por sus problemas físicos. "Considero que convocarle ahora para dos partidos sería contraproducente para su salud y pensando en el jugador preferimos que descanse", dijo el seleccionador español. Unos problemas que no le impidieron jugar con su equipo, el Chelsea. Lo hizo antes de la convocatoria, jugando los noventa minutos y marcando un gol. Y lo hizo tras el parón por esos partidos de la selección (uno ante Bielorrusia, valedero para la Eurocopa; y otro ante Alemania, amistoso), marcando también y disputando 83 minutos. Algo que no gustó a la afición española, que empezaba a tener sus propias opiniones sobre el de Lagarto. Pero sí a su técnico, a José Mourinho, que prefería tener a su jugador en casa antes que ayudando a la selección española.
Lógico que Mourinho felicitara a Del Bosque por no llevarse entonces a Diego Costa y Cesc (que también jugó esos dos mismos partidos), aunque sí que fue el lateral César Azpilicueta, el único que no se ha borrado de los tres del conjunto londinense.
Ramos, incluso, apuntó a la figura de Del Bosque: "él es el que debe mandar y llegar al acuerdo con los jugadores", en referencia al acuerdo entre los servicios médicos del Chelsea y el propio Del Bosque para que ni Cesc ni Diego Costa se concentraran con la selección.
Y la tercera espantada la acaba de dar con la última llamada para ir con la selección. De la mano de Mourinho, que explicó que el hispano brasileño acabó lesionado en el muslo, Diego Costa ha vuelto a decirlo no a la selección. Puede que ésta haya sido su última oportunidad.