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Qatar 2022, el campeonato que amenaza con fracturar el fútbol mundial

La porpuesta de la FIFA de cambiar las fechas del torneo entre el 19 de noviembre y el 23 de diciembre ha dividido a todos los estamentos.

Joseph Blatter muestra el nombre de Qatar como ganador de la sede del Mundial de 2022. | EFE

La FIFA ha decidido emprender una huida hacia adelante desde que tomó la decisión de otorgar a Qatar la organización del Mundial de fútbol de 2022. Las altas temperaturas del país en verano hacen inviable cualquier práctica deportiva al aire libre sin que corra serio peligro la vida de los participantes, pero en el momento de la elección se esgrimieron todo tipo de argumentos. Se inició la construcción del Qatar Foundation, un estadio diseñado con un sofisticado sistema de refrigeración y aire acondicionado, y se deslizó la posibilidad de hacerlo con otras instalaciones para evitar cualquier perjuicio con el unas temperaturas que llegan hasta los 50 grados centígrados.

Lo cierto es que las voces discordantes no dejaron de surgir poniendo en cuestión que el torneo pudiese disputarse en la tradicionales fechas veraniegas, mientras la FIFA guardaba silencio. Sin embargo, el pasado mes de febrero el organismo anunció una propuesta que amenaza con fracturar el fútbol mundial. El grupo de trabajo que habitualmente se encarga de confeccionar el calendario de partidos propuso que el Mundial de 2022 se juegue entre el 19 de noviembre y el 23 de diciembre, lo que supondría un cambio radical.

El calor y la coincidencia de la alternativa de jugar a primeros de año con la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno han sido los argumentos esgrimidos por la comisión para fijar una fecha que se tendrá que aprobar en la reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA, que tendrá lugar en Zúrich (Suiza) los días 19 y 20 de marzo. La UEFA, a través de su presidente, Michel Platini, ya ha expresado su postura favorable y todo hace indicar que la propuesta saldrá hacia adelante.

Los clubes y las ligas, en contra

Sin embargo, nadie ha contado con la postura de los clubes y las propias Ligas, que ven en el cambio de calendario un riesgo económico que no están dispuestos a soportar. "Todos los partidos del mundo tendrán que acomodarse a esta cita en 2022/23, lo cual requiere la disposición de todos a hacer concesiones. De todos modos, no se puede esperar que los clubes y ligas europeas asuman los costes. Esperamos que los clubes sean compensados por el daño que la decisión les podría causar", aseguró Karl-Heizn Rummenigge, presidente de la Asociación Europea de Clubes (ECA). En la misma línea se expresó la Asociación de las Ligas Profesionales Europeas (EPFL) que, comandada por la Liga española y la Premier League, considera que "perturbará y causará un gran daño al desarrollo normal de las competiciones domésticas europeas".

Pero la respuesta ha sido clara y no quedará más remedio que acatar la imposición de la FIFA. Su secretario general, Jerome Valcke, ya ha advertido de que "no habrá compensación" y cada una de las ligas deberá reordenar sus propios calendarios para adaptarse a un Mundial que podría reducir los días de competición para poder ajustarse a las fechas.

Si finalmente se aprueba la propuesta, aún quedarán muchos detalles por definir. Será necesario planificar un cambio progresivo cambio de fechas en las temporadas previas a la cita mundialista y en el año posterior. Y aún quedarán por delante otras medidas a seguir, ocultas bajo la polémica del calendario. Las tan prometidas medidas a seguir con las cuestionadas pésimas condiciones laborales de los trabajadores que participan en las obras de construcción, siguen siendo insuficientes, según han denunciado varias ONG.

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