El Fiorentina ganó 1-2 al Juventus con una gran actuación del egipcio Mohamed Salah, autor de dos goles que sirvieron al cuadro toscano para encarrilar su clasificación a su segunda final consecutiva de la Copa de Italia.
El jugador norteafricano está siendo sin duda la mejor adquisición del mercado de invierno en Italia. Llegó cedido por el Chelsea dentro de la operación del colombiano Guillermo Cuadrado y está aprovechando su oportunidad.
Con su doblete ante los hombres de Massimiliano Allegri, suma seis goles en los últimos seis partidos y muchos de ellos decisivos, como el que consiguió en la pasada jornada de la Serie A contra el Inter de Milán que dio tres puntos muy importantes al equipo de Vincenzo Montella.
En esta ocasión, su víctima fue "La Vecchia Signora", que afrontó el choque de ida de las semifinales sin siete de sus teóricos titulares. Buffon, Liechteiner, Chiellini, Evra, Pereyra, Morata y Tévez, que salieron de inicio el pasado fin de semana en la Liga, vieron el choque desde el banquillo.
El Fiorentina tampoco apostó por todo lo mejor. No sacó toda su artillería y habituales como Tomovic, Saric, Paqual, Aqilani, Ilicic, Diamanti o Babasara, tampoco saltaron al césped del estadio del Juventus. Tampoco el español Borja Valero, que, desde el banquillo, vio cómo su compañero Joaquín Sánchez disfrutó de la titularidad.
La jugada le salió mejor al cuadro visitante, que, excepto los primeros diez minutos, dominó el choque sin apenas oposición. Y, justo cuando peor lo estaba pasando el Fiorentina, en esos escasos instantes de incertidumbre, apareció Salah para marcar su primera diana tras una galopada contundente desde el centro del campo que culminó con un zurdazo inapelable a la escuadra del Juventus.
El tanto de Fernando Llorente, con un cabezazo después de un buen centro de Pepe, fue un espejismo en el Juventus.
Tras el descanso, de nuevo Salah, rapidísimo después de un fallo en un pase de Marchisio, hizo el segundo para que el Fiorentina pueda soñar con un título que no gana desde 2001.