Con los resultados y con las sensaciones en la mano, el Atlético disfruta más de las parejas que de los tríos: Forlán-Agüero, Falcao-Adrián, Falcao-Diego Costa, Diego Costa-Villa (Raúl García) y ahora, Griezmann-Mandzukic. Después de lo sucedido en Vigo parece que tardarán en ver en la ribera del Manzanares al tridente que forman ambos con Fernando Torres y ante el Almería, el croata y el francés se encargaron de demostrar que no es necesario juntarlos para ver goles.
Cierto es que con Arda sobre el campo todo se ve de otra forma, pero lo que está claro es que la mejor versión rojiblanca se ha visto con la pareja Griezmann-Mandzukic. El Cholo no reservó a nadie, puso su once de gala, sin Koke, y se jugó que su pareja atacante no pudiera estar en Sevilla si veían una cartulina. Pronto se vio que el Atlético tendría una noche plácida, reparadora tras las dudas externas, que no internas, que provocó el 2-0 en Balaídos. En menos de media hora, tres goles y choque resuelto.
Mateu Lahoz puso de su parte en el primero, que suele ser el más importante. Godín fue rodeado por tres defensores del Almería y el contacto entre todos ellos acabó con el árbitro señalando equivocadamente el punto de penalti. Unos días te dan y otros te quitan se escuchaba en el Calderón. Mandzukic tuvo que dejarle claro a Griezmann que lo lanzaba él y no falló.
No se enfadaría mucho el francés porque los dos goles que marcó a continuación, antes de la media hora, fueron a pase de su compañero en ataque. En el 2-0, el ‘7’ superó al portero en el mano a mano y en el 3-0 fue el más listo dentro del área aprovechando un cabezazo previo de Mandzukic. Talento puro a disposición del Atlético. Su periodo de adaptación ya es historia, ahora todos le buscan y la afición sólo quiere verle en el once titular.
La primera parte acabó con la afición coreando el ya famoso nuevo cántico que tanto le gusta a Simeone: "Orgullosos de nuestros jugadores". Ese orgullo lo demostraron en forma de aplausos cuando en la segunda parte, a la hora de partido, el Cholo retiró en dos fases a su pareja atacante para instalar una nueva: Torres y Raúl García. La hinchada rompió a aplaudir a Mandzukic (un gol y dos asistencias) y a Griezmann (dos goles y las mejores sensaciones del día).
El Cholo, equivocado en su planteamiento en Vigo, firmó la otra versión ante el Almería. Sus goleadores marcaron, se libraron de jugar media hora de más y estarán en Sevilla. Plan casi perfecto porque Juanfran y Miranda, los otros apercibidos, tampoco vieron la amarilla, pero Siqueira sí y vio dos. Acabó expulsado en la recta final, de forma injusta y no estará en el Sánchez Pizjuán.
Tan resuelto estaba el encuentro y tan pronto, que la afición llegó a desesperarse con sus jugadores. Querían más, necesitaban más, pero lo máximo que vieron fue a Fernando Torres en modo islote y sin opciones de marcar el cuarto. Con el pitido final, justo después de la expulsión de Siqueira, el Calderón aplaudió nuevamente a los suyos que aprovecharon el pinchazo del Barcelona y no acusaron la presión de la victoria del Valencia. Toca Champions, toca Leverkusen.