La dolorosa derrota del Real Madrid ante el Atlético en el derbi madrileño ha puesto en el punto de mira a dos de los pesos pesados del primer equipo: Carlo Ancelotti y Cristiano Ronaldo. El conjunto blanco salió goleado del Calderón y dio su peor imagen desde que el italiano está en el banquillo, algo que ha enturbiado el ambiente en el conjunto blanco.
En la directiva del club se ha puesto en cuestión el papel del entrenador en los duelos contra el conjunto colchonero. Ancelotti no ha conseguido dar con la tecla para superar a los rojiblancos y en la zona noble cuestionan su planteamiento y la falta de variaciones para cambiar un plan que no funciona contra el equipo de Simeone. Los cambios tampoco fueron los acertados y el técnico no pudo mejorar el rendimiento de unos jugadores que estuvieron muy por debajo de su nivel.
Florentino Pérez ha tratado de calmar la situación, aunque está descontento con lo sucedido en el Calderón y los acontecimientos posteriores. El presidente ha pasado por el entrenamiento del equipo para hablar con Ancelotti y la plantilla para que no se vuelva a repetir. La consigna es clara: no se puede volver a repetir un partido así que provoque un déficit de imagen tan grande.
Precisamente, el entrenador también está decepcionado con el rendimiento de los futbolistas. No encuentra explicación lógica al nivel puesto en juego durante el partido y la falta de actitud que tuvo la plantilla en un duelo marcado en rojo en el calendario.
Dentro del vestuario, también se señala a Cristiano y a los jugadores que acudieron a la fiesta de su cumpleaños. El malestar existente no se debe al hecho de la celebrar la fiesta tras la derrota, si no a que se haya hecho pública. La excesiva publicidad de lo sucedido ha perjudicado la imagen del equipo y debería haberse mantenido en la más estricta intimidad, algo en lo que coincide Florentino Pérez. Se abre una semana de terapia en el Real Madrid.