Muchas veces se habla de lo fácil que es entrenar en un equipo cuyo presidente es un multimillonario al que no le importa gastar. Que es sencillo pedirle a un jugador, y que tire de chaquetera. Pero en el caso de José Mourinho en el Chelsea la historia es bien distinta.
Vale que puedan conseguir a algunos de los mejores jugadores del mundo, como ha hecho en los dos últimos años como Cesc, Matic, Filipe Luis o Diego Costa, más la recuperación del cedido Courtois, entre otros. Pero a la vez ha sabido dejar en las cuentas blues un superávit gracias a las ventas de jugadores de primer nivel mundial, pero de segunda fila en el esquema de Mou.
De Mata a Schürrle, 185 millones
El primero en marcharse fue Juan Mata, hace un año. Fichado del Valencia por 28 millones, el Chelsea fue capaz de sacarle rédito y se lo vendió al Manchester United por 45 millones. Con Oscar y Hazard por delante, el burgalés era suplente.
No lo regaló. Y no iba a ser último. Porque en este pasado verano, en una operación renovación en Stamford Bridge, el Chelsea vendió a David Luiz al PSG para formar pareja junto a Thiago Silva. Éste sí era fijo para Mourinho, pero como pivote. Su precio rondó los 50 millones, y a cambio llegó el serbio Nemanja Matic en un viaje de ida y vuelta, ya que estuvo en el cuadro londinense de 2009 a 2010. Lo fichó por menos de dos millones, y tras una cesión al Vitesse, se fue al Benfica para abaratar la llegada de David Luiz al propio Chelsea. Pero el verano pasado, con la marcha del central, llegó el pivote serbio a cambio de 25 millones de euros.
También se reforzó en verano con Diego Costa, Filipe Luis y Cesc. Por los dos primeros le pagó al Atlético cerca de 58 millones (38 y 20), mientras que por el centrocampista catalán pagó 33 más otros tres por variables. En total, 91 millones.
Pero a la venta de David Luiz, hay que sumar la del belga Romelu Lukaku, que apenas disfrutó de minutos con la camiseta azul. Su detino fue el Everton de Roberto Martínez, previo pago de 35 millones. Y también hay que sumar las ventas de Demba Ba y Torres (6 y 4 millones respectivamente), ya que Ashley Cole, Lampard y Eto'o se marcharon gratis. En total, en este pasado verano vendieron jugadores por un valor de 95 millones, sumados a los 45 de Mata en el enero anterior, es decir, 140 millones. Esto significa, ni más ni menos, que cuatro de sus mejores cinco ventas históricas. Sólo Arjen Robben, cuando fue vendido al Madrid, se cuela en esa lista.
Y gastaron entre los ya mencionados, más Pasalic, que costó cerca de 3 millones, Drogba (gratis) y Rémy, 10 millones, una cifra cercana a los 105 millones de euros. Beneficios en las cuentas blues.
Cambia a Schürrle por Cuadrado
Pero no acaba aquí. Porque un equipo comprador como se le presupone al de Roman Abramovich, ha comprado en el mercado de invierno a una de las piezas más cotizadas, el colombiano Juan Guillermo Cuadrado, por el que ha pagado algo más de 30 millones de libras. Una compra que se compensa más que de sobra con las dos ventas al Wolfsburgo del belga Kevin de Bruyne y el alemán André Schürrle, de 22 y 32 millones cada una.
Por tanto, en el último año, el Chelsea ha vendido por valor de 195 millones, habiéndose gastado 135. Las cuentas cuadran para un equipo que es líder de la Premier, en octavos de Champions y finalista de la Capital One Cup. Mourinho está contento, y con dinero.