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El humillante caso de Genoveva Añonma

Genoveva Añonma: "Me obligaron a desnudarme para comprobar que era mujer"

El suceso se produjo durante la Copa de África de 2008, aunque hasta ahora no había salido a la luz.

El suceso se produjo durante la Copa de África de 2008, aunque hasta ahora no había salido a la luz.
La futbolista ecuatoguineana Genoveva Añonma, durante una imagen tomada en noviembre de 2011. | Cordon Press

Un caso de vejación ha sacudido en los últimos días el panorama futbolístico mundial, y concretamente el femenino. Se trata del sufrido por Genovena Añonma, una futbolista de Guinea Ecuatorial de 27 años que milita en el FFC Turbine Potsdam, de la Primera División alemana.

Añonma, declarada mejor jugadora africana en 2012, ha desvelado recientemente que durante la Copa de África femenina de 2008, disputada en Malabo, fue obligada a desnudarse ante sus compañeras de selección y ante los miembros de la Confederación Africana de Fútbol (CAF). La intención era demostrar que se trataba de una mujer y no de un hombre, tal y como habían denunciado varias futbolistas rivales.

"Me pidieron que me quitara toda la ropa delante de los funcionarios de la CAF y de mis compañeras de selección. Me enfadé mucho y rompí a llorar. Fue una situación totalmente humillante", asegura Añonma en una entrevista a la BBC, en referencia a la vejación que tuvo que sufrir después de un partido contra Sudáfrica.

En aquel verano de 2008, Genoveva se defendió con contundencia de todas las acusaciones, que atribuyó a la envidia. "Vienen porque soy rápida y fuerte, pero sé que definitivamente soy una mujer", dijo hace seis años y medio la futbolista, que militó en el Mamelodi Sundows africano antes de dar el salto al fútbol alemán en 2009, en las filas del FF USV Jena.

Sin embargo, aquella humillación no fue la única que tuvo que vivir Añonma, pues su sexo ha sido puesto en duda en varias ocasiones más. Así, durante el Mundial femenino de Alemania 2011 -Guinea Ecuatorial no pasó de la primera fase al acabar última de su grupo tras Brasil, Australia y Noruega-, Añonma tuvo que escuchar declaraciones como las de la Diana Amhomah, quien se refirió a varias jugadoras de Guinea Ecuatorial como "ellos". "Basta con tener contacto físico con ellos para saberlo", dijo.

El caso de Caster Semenya

El caso de Genoveva Añonma, que no ha dudado en denunciar su indefensión por parte de las autoridades deportivas ecuatoguineanas -"no hicieron nada por mí, siempre tengo que defenderme sola", ha afirmado en más de una ocasión-, recuerda al de otras deportistas de elite cuya sexualidad ha sido puesta en duda, como ocurrió con los alemanes Heinrich Ratjen -según contó Tolo Leal en su sección Historia del Deporte, compitió como una mujer, llamada Dora, en los Juegos de Berlín'36- o Heidi Krieger -hoy día es un hombre llamado Andreas-, la atleta española María José Patiño -fue plusmarquista nacional de 60 metros vallas en la década de los 80- o la boxeadora panameña Ana Pascal, de apariencia ciertamente varonil y muy poco -por no decir nada- femenina.

La boxeadora panameña Ana Pascal.

Sin embargo, el caso más famoso de los últimos años es el de Caster Semenya. La atleta sudafricana se impuso con una incontestable superioridad en la final de los 800 metros de los Mundiales de Berlín -sacó casi dos segundos y medio a la segunda clasificada, la keniana Janeth Jepkosgei Busienei-, y a partir de ahí se desató todo tipo de dudas acerca de su sexualidad. Entre ellas, las de la española Mayte Martínez, una de sus rivales en aquella final. "Si me ponen a ella y diez hombres delante no sabría decir que ella es la mujer", aseguró la vallisoletana, que acabó séptima en la final de 800.

Unos recelos que surgieron tras conocerse que Semenya, que entonces tenía 28 años, presentaba unos niveles de testosterona tres veces superior a lo normal. En septiembre de 2009, semanas después de la disputa de los Mundiales de Berlín, la prensa británica desveló la anomalía cromosómica de la atleta, llegando a la conclusión de que es hermafrodita: no tiene útero ni ovarios pero sí testículos internos.

Después de una honda controversia acerca de ese título ganado en Berlín, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) aceptó en julio de 2010 las conclusiones de un grupo internacional de expertos médicos acerca de Semenya, según las cuales la atleta podría competir desde entonces como mujer sin limitación alguna.

La atleta sudafricana Caster Semenya (d). | Archivo

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