La Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Federación Española de Fútbol (RFEF) se habían comprometido ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) a aprobar este martes la batería de medidas acordada para expulsar a los violentos de los estadios.
Este lunes debió haberse reunido la comisión delegada de la RFEF para ejecutar el cambio estatuario, pero no lo hizo debido a la presencia del presidente del ente federativo, Ángel María Villar, en el Mundial de clubes que se disputa en Marruecos.
Se trata, pues, de la tercera ausencia de Villar, que no ha estado presente en ninguna de las tres citas decisivas que se han celebrado desde el pasado 30 de noviembre, cuando se produjo la muerte del ultra del Deportivo de La Coruña conocido como Jimmy durante una reyerta con miembros del Frente Atlético en las inmediaciones del Vicente Calderón.
Esta nueva ausencia de Villar ha sentado francamente mal tanto a la CSD como a la Liga, que no dan crédito ante el desdén que el dirigente está mostrando en un asunto tan importante como éste.
Cabe recordar que hace diez días, a la vuelta de un viaje a Suiza para asistir al Comité Ejecutivo de la UEFA, Villar fue cazado por La Sexta en el aeropuerto de Madrid-Barajas, pero el dirigente federativo dio la callada por respuesta y siguió sin soltar prenda ante la grave situación que atraviesa el fútbol español en el tema de la violencia.