Por ahora, es sólo una hipótesis, un posibilidad de cara al futuro que evitaría el componente humano de las decisiones arbitrales. Los drones, esos objetos volantes no tripulados, podrían ser la solución para determinar en los partidos de fútbol goles fantasma, fueras de juego y otras jugadas dudosas. Recorrerían el campo durante el juego y grabarían todo lo que sucede para resolver cualquier jugada confusa.
Franz Beckenbauer, presidente de honor del Bayern de Múnich, ha sido la primera persona en deslizar abiertamente la posibilidad de que algún día los encuentros estén dirigidos por drones y no por personas.
"Estamos viviendo en un siglo que se basa en la tecnología. Todos sabemos que este proceso no termina con la tecnología de línea de meta. En algún momento, ni siquiera necesitaremos un árbitro. Los drones verán todo lo que sucede en el campo en cualquier momento. Realmente creo que este es el futuro. Pero no voy a estar vivo cuando suceda, y será cosa de otros defender la idea.
El primer paso tuvo lugar en el pasado Mundial de Brasil, competición en la que por primera vez la FIFA aceptó el uso de esta tecnología. Estuvo enfocado en la realización de televisión más que en la gestión del propio juego pero abrió un abánico de posibilidades por explorar. De hecho, la Bundesliga y la Premier League ya han empezado a realizar estudios para implantar drones a partir de la próxima temporada en todos los partidos.
Las posibilidades de los drones van más allá de la realización televisiva o el arbitraje. La seguridad dentro de la grada, los incidentes, la vigilancia de los grupos ultras también son campos en los que se abren nuevas posibilidades. La decisión corresponderá a la siempre conservadora FIFA, un organismo que todavía no ha permitido el abrazo definitivo entre fútbol y tecnología.