Un total de diez jugadores del Real Madrid -entre ellos Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, Toni Kroos, Marcelo y Pepe- han sido sometidos este jueves, en la víspera de la visita liguera a Almería, a diversas pruebas de orina y sangre por parte de los especialistas enviados por la UEFA, más conocidos como vampiros, para tratar de confirmar que no existe ninguna práctica dopante.
La visita de estos vampiros a Valdebebas se produce días después de las quejas de Leo Messi, que este domingo tras el partido contra el Espanyol en el Camp Nou (5-1), tuvo que someterse a un control antidopaje. Algo que al argentino, que hizo un hat-trick en el derbi, no le hizo demasiada gracia, como se encargó de constatar en las redes sociales. "Día de doping. De los cinco elegidos fui el único que hice orina y sangre. Raro, no.....", escribió la estrella azulgrana en Instagram.
Pero no sólo Messi se quejó de estos controles antidopaje, sino que el caso llegó incluso al Congreso de los Diputados. Así, el portavoz del Grupo Parlamentario Catalán (CiU), Josep Antoni Durán i Lleida, elevó varias preguntas al Ejecutivo sobre los criterios de la Agencia Española de la Protección de la Salud por el Deporte para haber efectuado controles antidopaje al Barcelona.
En cualquier caso, ésta no es la primera vez que los vampiros de la UEFA visitan al Madrid en la presente temporada. El pasado mes de agosto, días antes de la disputa de la final de la Supercopa de Europa ante el Sevilla en Cardiff, varios miembros de la plantilla madridista ya fueron sometidos a un control antidopaje.Y en ninguno de estos dos casos se han producido quejas por parte del club blanco.