Cuando equipos como Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Bayern de Múnich o Juventus, por citar sólo algunos, siguen a un mismo jugador, es que destaca sobre los demás, tiene algo especial. Este es el caso de Martin Odegaard, que ahora mismo compatibiliza el fútbol con lo que en España sería 4º de la ESO. Martin tiene 15 años y a los mejores clubes de Europa están llamándole a la puerta. Como si se tratara de un alumno superdotado y las Universidades más destacadas intentaran de convencerle para que le escogieran.
Y en esta carrera por seducir a Martin está el Real Madrid, que ha tratado de persuadirle en estas últimas semanas. Le ha enseñado la ciudad deportiva de Valdebebas, ha entrenado y visto partidos del Castilla y, según cuentan, el joven noruego ha quedado maravillado de las instalaciones. "Me gusta el modelo que tiene el Real Madrid para los jugadores jóvenes", ha afirmado. Eso sí, sabe que no puede cerrarse otras puertas. "También hay otros muchos clubes que tienen modelos interesantes, con equipos de Primera o de Segunda. Lo más importante es buscar un equipo de mi nivel. El desarrollo es lo más importante para mi carrera", ha explicado a su llegada a Noruega.
Martin es un niño prodigio. Ningún fútbolista a su edad había logrado tantas metas. A los 15 años y 297 días, Odegaard tiene ficha en la plantilla de su equipo, el Stromgodset, de Primera división. Es la estrella del club, los encuentros se llenan para ver a este rubio, que juega de centrocampista y cuya zurda es comparada en su país con la de Leo Messi.
Pese a ser más joven que los demás, con sus respectivas desventajas como la experiencia o la fuerza, Martin es capaz de regatear a sus rivales con facilidad, asistir y marcar. Es habilidoso con la pelota, su técnica está ya muy depurada y, además, demuestra tener una madurez futbolistica impropia de un quinceañero. Estos méritos le han llevado a ser ya internacional absoluto con la selección noruega. Ha sido el jugador más jovén en debutar en una fase de clasificación de una Eurocopa. Para que se hagan una idea, Gareth Bale o Cristiano Ronaldo lo hicieron a los 17 años.
Odegaard tenía claro que iba a ser futbolista. O más bien lo tenía su padre, futbolista en la década de los ochenta. Con sólo 13 años, ya entrenaba con el primer equipo de su actual club y al año siguiente realizaba su debut. Sólo necesitó 22 días para marcar su primer gol. Obviamente fue el más joven en lograr un tanto en la historia de la liga.
Martin no es sólo una promesa más. Sabe que la elección que tome sobre su futuro será fundamental. Está escuchando ofertas, pero hasta el 17 de diciembre no podrá fichar por otro club. No hay que esperar a que se abra el mercado de invierno, es que ese día Martin Odegarrd cumple 16 años y no se puede incumplir la norma de la FIFA. Que se lo digan al Barcelona, que no puede pelear por ficharle debido a la sanción que le impuso el máximo organismo del fútbol mundial.