La selección española sub-21 cosechó ante Serbia uno de los grandes fracasos de los últimos años, después de caer en Cádiz (1-2) frente a los balcánicos y despedirse de la próxima Eurocopa de la República Checa 2015 y de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Los de Albert Celades se vieron sorprendido por un rival a priori inferior y cayeron con estrépito, lastrados por una alarmante falta de gol. Munir y Sandro no consiguieron ver puerta y el equipo se quedó a las puertas de la clasificación.
Sin duda, echaron de menos a los dos delanteros que habían venido jugando con el combinado sub-21. El valencianista Paco Alcácer ya ha dado el salto a la absoluta y se echan en falta sus goles. El hecho de haber participado 48 horas antes el duelo de los de Vicente del Bosque ante Luxemburgo impidió que pudiese estar en Cádiz.
El máximo goleador era Álvaro Morata. Sobre sus hombros recaía la responsabilidad de marcar ante los serbios. Sin embargo, una dudosa tarjeta amarilla en el partido de ida le dejó fuera del encuentro de vuelta por una acumulación de amonestaciones que desconocía la Federación Española de Fútbol (RFEF). Con las bajas de sus dos principales delanteros, la selección sub-21 cosechó uno de sus fracasos más sonados en los últimos años.