Decenas de futbolistas desfilan estos días por la Fiscalía Anticorrupción, en la madrileña calle de Manuel Silvela, para declarar ante el fiscal Alejandro Luzón por el presunto amaño del Levante-Zaragoza de la última jornada de la Liga 2010/11, disputado el 21 de mayo de 2011 en el Ciudad de Valencia (1-2). El conjunto maño, que venció gracias a dos goles de Gabi Fernández -actual capitán del Atlético de Madrid-, evitó el descenso a Segunda División y finalmente fue el Deportivo de La Coruña el que perdió la categoría.
En concreto, los jugadores del Zaragoza habrían recibido cada uno 120.000 euros por parte del propio club, y días después se lo habrían devuelto a la entidad siguiendo órdenes del entonces presidente Agapito Iglesias. Así lo habría reconocido el propio Gabi este jueves ante el fiscal Luzón, en unas declaraciones que publica el diario El Mundo. El futbolista, eso sí, se niega hablar abiertamente de amaño asegurando que creyó que ese ingreso se debía al Concurso de Acreedores en el que iba a entrar el club.
Después, Iglesias habría ingresado ese dinero en las cuentas de los futbolistas del Levante para que se dejaran ganar ante el cuadro aragonés. De hecho, en las pesquisas se recogen pagos en metálico de los jugadores levantinistas en los días posteriores al encuentro. Algunos de ellos, por ejemplo, adquirieron un todoterreno, tal y como ha relatado en los micrófonos de Fútbol es Radio el periodista Eduardo J. Castelao, que es quien firma este jueves en El Mundo la información con las palabras de Gabi Fernández.
De momento el primer paso ya está dado: la Fiscalía, que junto a la Policía Nacional lleva varios meses investigando el Levante-Zaragoza tras haber recibido denuncias por parte de algunas casas de apuestas, ya ha comenzado a tomar declaración a futbolistas y directivos. El siguiente paso es judicializar las diligencias en el correspondiente juzgado de Valencia, que es la ciudad en la que se disputó el partido de la sospecha.
¿Qué pasa si se demuestra judicialmente que hubo amaño? El Código Penal, desde su reforma a finales de 2010, fija sanciones, multas o penas de cárcel para los individuos que actúen para "predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales", según se recoge en su artículo 286 bis.
Así, en el texto se establece que los implicados pueden ser condenados a penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel, inhabilitación de uno a seis años y multas accesorias de hasta 5,48 millones de euros.
Fuentes jurídicas solventes consultadas por Libertad Digital aseguran que el Levante-Zaragoza puede constituir un "caso flagrante" de amaño y que "más de uno puede acabar en la cárcel". "Esto puede ser muy gordo", añaden, a la espera de que las investigaciones sigan su cauce.
Por su parte, Marcos Galera, experto en derecho deportivo y socio fundador del Grupo Agaz Abogados, hace hincapié en la "trascendencia y notoriedad" que vaya adquiriendo el caso. En este sentido, y a preguntas de LD, Galera ve "muy difícil" que algún futbolista pueda acabar en prisión, a diferencia de un Agapito Iglesias que aparece como el principal señalado en el caso de presunto amaño.
"Para entendernos, si el juez los tiene bien puestos y decide ir adelante, pues adelante. Alguno podría acabar en prisión, siempre que la condena sea de al menos dos años", relata el abogado. "Sólo hay que comprobar lo que ha pasado en Italia o en la Operación Puerto, si bien es verdad que aquí la mayoría de los encausados fueron absueltos", agrega.
La ronda de declaraciones continuará este viernes con la comparecencia de varios jugadores del Levante, mientras que el nigeriano Ikwechuku Uche -entonces jugador zaragocista- lo hará el próximo lunes debido a que su actual equipo, el Villarreal, juega este jueves por la noche en la Europa League.