Cada vez que Aaron Ramsey marca, un famoso muere. Esta peculiar coincidencia comenzó con la muerte de Bin Laden y se ha convertido en maldición con el paso de los años. El centrocampista del Arsenal anotó este fin de semana frente al Manchester City, días antes de conocer el fallecimiento del actor Robin Williams.
Bin Laden fue el primero en caer en la maldición de Ramsey. El futbolista galés marcó el 1 de mayo de 2011. Al día siguiente, el terrorista fue ejecutado por el ejercito estadounidense. El 2 de octubre de 2011, Ramsey volvía a celebrar una diana, esta vez frente al Tottenham Hotspurs en la Premier. Steve Jobs murió tres días más tarde.
La relación entre gol y muerte comenzó a sonar con más fuerza dos semanas más tarde, cuando el centrocampista marcaba al Olympique de Marsella el 19 de octubre. Muamar Gadafi murió un día después.
Para agrandar su mito y terminar de convencer a los más escépticos, Aaron Ramsey volvió a añadir un nombre a esta lista negra el 11 de febrero de 2012. Ese día se encontró muerta a la cantante Whitney Houston y, casualmente, el del Arsenal anotaba ante el Sunderland.
Por si quedaban más dudas de las fatales consecuencias de los goles de Ramsey, el 30 de noviembre marcó un doblete ante el Cardiff y por la noche falleció el actor estadounidense Paul Walker.
Cuando el sábado, Ramsey anotó, las redes sociales se convirtieron en un hervidero de comentarios y apuestas sobre su próxima víctima. Este martes, los mensajes de condolencia, sorpresa y tristeza se sucedieron tras el anuncio del repentino fallecimiento del popular actor Robin Williams, quien fue encontrado sin vida en su domicilio californiano.