Hace exactamente siete días, Carlo Ancelotti daba la bienvenida a todos los internacionales en Valdebebas. Era el primer entrenamiento con toda la plantilla. Fue el estreno de Toni Kross y James Rodríguez con sus nuevos compañeros. Una semana después y sin haber disputado un amistoso con el Rea Madrid, ambos van a ser titulares en la final de la Supercopa de Europa.
Antes de conocer la sanción de Xabi Alonso, Ancelotti ya pensaba dar galones a Kross en Cardiff. Para el técnico italiano, el campeón del mundo es la pieza que le faltaba. Un centrocampista técnico pero con llegada y que evita el famoso desequilibrio. "Balones a Kross", insistía Carlo en los entrenamientos. El entrenador quiere que el campeón del mundo se acople lo más rápido y cree que el balón es la mejor vía para ello. Su técnica no ha sorprendido porque ya la conocían pero si ha llamado la atención su físico. No esperaban que estuviera tan bien a estas alturas después de un mundial tan largo.
Hoy hará de Xabi Alonso, pero a Kross le ven también por detrás de los delanteros. En el Bernabéu, creen que el alemán puede marcar una época. Al igual que James Rodríguez. Dicen sus compañeros que es algo tímido en el vestuario porque en el césped es todo desparpajo. Su precio ha influido en que sea titular, pero Ancelotti confía en él tanto que va a cambiar el sistema para que el colombiano pueda exhibir con el Real Madrid todas sus caulidades como ya hizo en la cita de Brasil
El 4-3-3 dará paso al 4-2-3-1 con James de mediapunta. Ancelotti le ha pedido sacrificio para defender y libertad para atacar. Ninguno está al 100% y aun así, han ganado la batalla a Illarramendi y a Isco que llevan una temporada en el Real Madrid y han completado la pretemporada del club, gira por Estados Unidos incluido.
En el Bernabéu se frotan las manos con sus dos fichajes. Ilusión es la palabra que define lo que sienten los dirigentes por verles jugar juntos. Hoy puede que comience en Cardiff una nueva era, la de Kross y James.