El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, sigue apelando a que Hacienda acepte el aplazamiento de la deuda del Real Murcia y ha pedido a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que flexibilice sus condiciones para evitar el descenso del conjunto grana a Segunda División B por deudas de 13 millones con el fisco.
Cámara, quien se ha reunido con un grupo de peñistas del club, ha asegurado que si se ratificara la exclusión del Murcia de la liga Adelante, se crearía "un agravio para la ciudad, no solo a un club o a un dirigente".
Cámara ha declarado también que "es el momento de estar todos unidos y de movilizarse para defender algo a lo que tienen derecho todos los murcianos, que el Real Murcia siga jugando en Segunda División, porque se lo ha ganado deportivamente".
Ha agregado que "no se habría actuado siempre de igual forma con otras situaciones de otros clubes, que tienen deudas muy superiores y a los que le han sido concedidos aplazamientos".
Además, ha apuntado que "no hay derecho a que se quiera castigar a una ciudad descendiendo a un equipo que deportivamente ha estado a punto de subir a Primera".
No obstante, ha mostrado su confianza en que se reconsidere esta situación y que, o bien Hacienda acepte el aplazamiento o la LFP contemple una flexibilidad respecto a los parámetros que aplica.