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Brasil sufre para ganar a Colombia y clasificarse para semifinales del Mundial

La Canarinha, de nuevo con sufrimiento, ha ganado a Colombia con goles de sus centrales: Thiago Silva y David Luiz. Alemania espera en semifinales.

Dani Alves (i) y David Luiz (d) consuelan a James Rodríguez tras la derrota de Colombia ante Brasil. | Cordon Press

Brasil ya está en semifinales de su Mundial al derrotar por 2-1 a Colombia, y se enfrentará en la penúltima ronda del torneo a Alemania, en lo que será sin duda una semifinal del más alto nivel, al menos en lo que a los nombres de los contendientes se refiere. Sin embargo, la verdeamarela volvió a dejar dudas con su juego en la segunda mitad, cuando fue superada claramente por la selección de José Pekerman, liderada por un James Rodríguez que volvió a demostrar por qué es uno de los nombres propios de esta Copa del Mundo.

Y eso que Brasil empezó el partido al mejor nivel de las dos últimas semanas. La movilidad de Neymar y Hulk arriba -lo de Fred es otra historia, pues volvió a dejar mucho que desear-, y la pujanza de Maicon por la derecha -el de la Roma fue titular en detrimento de Dani Alves-, permitió a la selección de Scolari meter atrás a su rival desde el primer momento.

Colombia, superada por los acontecimientos y quizá acogotada por la magnitud de la cita, puso de su parte para allanar el terreno a los locales cuando un fallo en cadena en un saque de esquina de Neymar a los siete minutos permitió a Thiago Silva hacer el 1-0, rematando el balón a la red al alimón entre el muslo y la rodilla. Un gol nada ortodoxo, pero valiosísimo para templar los nervios a un equipo siempre bajo presión.

Con el tanto local, sonó el despertador para los cafeteros y a punto estuvo Cuadrado de empatar, pero su gran disparo tocó lo justo en Thiago Silva para que el del PSG siguiera ganando enteros para ser el héroe de la noche. Fue casi el único bagaje de peligro real de Colombia en los primeros 45 minutos. A partir de ese momento, Hulk se convirtió en el hombre del partido. Asociándose por la izquierda con Marcelo, el del Zenit fue un peligro constante para la portería de Ospina, si bien el cancerbero visitante se las arregló para que su afición olvidara lo timorato que estuvo en el gol brasileño, pues evitó hasta en dos ocasiones el gol en sendos tremendos cañonazos del zurdo ex del Oporto.

Atrás, Brasil no sufría, porque ahí, la selección de Felipao es elite mundial. El exuberante partido de Thiago Silva y David Luiz durante los noventa minutos fue para ponérselo a los chavales en las escuelas y decirles: 'así se juega un partido grande'. Rápidos en la anticipación, concentrados para no cometer apenas ningún error, con la dureza necesaria para intimidar al rival pero evitar la amonestación, y, para colmo, resolutivos en ataque. Lo que cualquier entrenador pediría a sus defensas. Y eso es lo que Brasil tiene en su pareja de oro, y por eso, pese a jugar mal, tan difícil es ganar a la Canarinha en este torneo.

Con un ojo en el arbitraje de Velasco Carballo, acertado en las decisiones clave pero permisivo con la dureza de Brasil -en especial de un Fernandinho que, casualmente, acabó el partido sin ser amonestado-, se llegó al descanso. Y en el paso por vestuarios, o bien Scolari o bien Pekerman, o seguramente ambos, decidieron cambiar el partido.

Colombia se crece tras el descanso

El mejor Brasil del Mundial desapareció y, como la necesidad apretaba, Colombia se entregó al talento de James Rodríguez en el último pase para lanzarse a por el empate. No en vano, los balones a la espalda rival del jugador del Mónaco se sucedieron, si bien Colombia añoraba a sus rematadores clásicos, con Falcao lesionado y Bacca y Jackson Martínez sentados junto al seleccionador Pekerman.

Un disparo lejano de Guarín fue el primer aviso para la portería de Julio César, cada vez más asediada pese al descomunal trabajo de los centrales brasileños, pues el miedo se había apoderado otra vez de Brasil. Llegó entonces la peor noticia para Scolari cuando Thiago Silva cometió una insensatez en su único error del encuentro y obstruyó al Ospina, ganándose una clarísima amarilla que le impedirá jugar ante Alemania en semifinales.

Tras un gol bien anulado a Yepes por fuera de juego, llegó la maravilla de la noche. En una falta muy lejana y con aparentemente pocas posibilidades de ser peligrosa, David Luiz se inventó un disparo con el interior, potente, tenso, sin apenas rosca, que se alojó en el fondo de las mallas muy cerca de la escuadra colombiana. Bien es cierto que Ospina anduvo algo lento de reflejos, pero el chutazo del nuevo central del PSG fue una auténtica obra de arte, pareciendo sentenciar el pase del anfitrión al partido previo a la gran final.

Sin embargo, lejos de hundirse, fue de nuevo James Rodríguez quien se echó el alma de su país a su zurrón. Otro pase sensacional, uno más, del pichichi del torneo a la espalda rival permitió a Bacca, del que se acordó al fin Pekerman tras el 2-0, plantarse solo ante Julio César, que no tuvo otra que derribarle. Con toda la calidad que atesora, el pujante James puso el 2-1 al engañar al meta local, paradiña previa incluida, y ponerle todo el picante necesario a los minutos finales.

De ahí hasta el final, fue un asedio colombiano. Con creación, desde James, y ahora con llegada y remate, con Bacca, Brasil tembló como nunca antes en los noventa minutos. Varias acciones del delantero del Sevilla pusieron el nudo en la garganta de los aficionados locales presentes en el Estadio Castelao de Fortaleza, y hasta Ospina se animó a última hora con las subidas al ataque. Pero al final no hubo milagro y la anfitriona se coló en semifinales, ante una Colombia que pagó caro lo tarde que llegó al partido, y que se arrepentirá de no haber sido durante noventa minutos el equipo que fue en los segundos cuarenta y cinco.

Ficha técnica

Brasil, 2: Julio César; Maicon, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Fernandinho, Paulinho (Hernanes, m.86); Oscar, Neymar (Henrique, m.88), Hulk (Ramires, m.82) y Fred
Colombia, 1: Ospina; Armero, Yepes, Zapata, Zúñiga; Sánchez, Guarín, Cuadrado (Quintero, m.80), James, Ibarbo (Adrián Ramos, m.46); y Teo Gutiérrez (Bacca, m.70)

Goles: 1-0, m.7: Thiago Silva; 2-0, m.68: David Luiz; 2-1, m.80: James Rodríguez, de penalti
Árbitro: Carlos Velasco Carballo (España). Mostró tarjeta amarilla a Thiago Silva y Julio César, de Brasil; y a James Rodríguez, de Colombia
Incidencias: Segundo partido de cuartos de final del Mundial de Brasil 2014 disputado en el estadio Castelao de Fortaleza ante unos 67.000 espectadores

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