Brasil encontró ante Camerún (1-4) nuevas vías para hacer fluir su juego y reducir en cierta forma su dependencia de las genialidades de Neymar, pero ha mantenido viejos problemas defensivos que aún siembran dudas sobre las posibilidades reales de la Canarinha en el Mundial.
Neymar volvió a firmar un partido completo: asumió el liderazgo del equipo, desequilibró, fue vertical, marcó los dos primeros goles, sacó las faltas y dio un espectáculo con sus regates. Un doblete que sitúa al 10 de la Verdeamarela como máximo goleador del torneo hasta la fecha, con cuatro tantos, que sirvieron para constatar la gran dependencia del equipo en su estado de forma y su puntería ante la portería. Cuando Brasil estaba más atascado, sobre todo en la primera parte, surgió Neymar para insuflar aire y cambiar el signo del partido con su rapidez y habilidad.
Lo mismo ocurrió en el debut de Brasil, ante Croacia (3-1), cuando Neymar fue el jugador más decisivo, y en el segundo partido, contra México (0-0), el equipo de Luiz Felipe Scolari se apagó cuando el delantero azulgrana enfrentó un marcaje más duro.
La victoria ante los cameruneses ha dejado otras buenas noticias para Brasil. Entre ellas el gol de Fred, el nueve titular de la Canarinha, que estaba siendo muy presionado por la prensa local por su sequía en las dos primeras jornadas del Mundial. Después del partido, Fred reconoció que su gol -en fuera de juego- tuvo un efecto balsámico, le dio "moral" y ahora le ayudará a afrontar los octavos contra Chile con mucha más tranquilidad y sin presión sobre sus hombros.
Paulinho falla; Fernandinho, al rescate
Scolari también encontró en Fernandinho una solución inesperada en el banquillo que sirvió para mejorar el juego de la Canarinha en la segunda parte. El volante del Manchester City se ganó la convocatoria para el Mundial después de haber participado en un único amistoso a las órdenes de Scolari: la victoria por 5-0 contra Sudáfrica en marzo pasado.
En principio, este centrocampista de corte defensivo se hizo con un lugar en el grupo como teórico suplente de Luiz Gustavo, pero este lunes sobresalió en el rol de creativo y coronó su actuación con un gol. Ante Camerún, Fernandinho entró en la segunda parte, como sustituto de un Paulinho que volvió a defraudar, e hizo mejorar el fútbol de la Seleçao, conectó bien con Oscar y los delanteros y ello repercutió en una evolución palpable del juego colectivo del equipo.
Los mejores minutos de Brasil, con la contribución de Fernandinho, también coincidieron con un menor empuje por parte de Camerún, equipo que poco a poco fue aflojando la presión sobre su oponente sin el aliciente de la posibilidad de clasificarse a octavos.
Agujeros por la banda de Alves
Camerún también se encargó de constatar problemas defensivos recurrentes en Brasil y sobre todo los huecos que suelen dejar sus laterales. Mención especial en este sentido para el barcelonista Daniel Alves, pues los Leones Indomables encontraron una autopista en el costado izquierdo de su ataque.
Scolari tendrá dos días en Teresópolis y uno en Belo Horizonte para tratar de corregir los errores y prepararse para la crucial cita contra Chile, en la que Brasil tendrá que dar un paso más en la evolución de su juego para aspirar a disputar los cuartos de final.