Después de ganar a Inglaterra, el hombre del partido, Luis Suárez explicaba emocionado y entre lágrimas a quien le había dedicado los dos goles. Era Walter Ferreira, un héroe en su país. Es el fisioterapeuta de Uruguay quien ha aplazado su tratamiento de cáncer para atender al delantero que se recupera de una lesión.
Luis Suárez se operó del menisco unas semanas antes de comenzara el mundial. En su país se llegó a afirmar que el jugador del Liverpool pensaba más en su club que en la selección por operarse del menisco antes de la cita de Brasil, de ahí las lagrimas de Suárez y la implicación de Walter Ferreira.
El fisioterapeuta, que tiene raíces gallegas, padece cáncer en los ganglios, suspendió su recuperación para dedicar su vida a la de Suárez. De ahí que el pistolero corriera hacia la banda para abrazarse con él. El delantero le dedicó los dos goles y reconoció ante los medios el gesto sobrecogedor de Ferreira: "Si no fuera por él, yo no estaría jugando en Brasil. Se lo agradeceré toda mi vida" afirmó Luis Suárez.
Walter Ferreira, que lleva con la selección uruguaya desde 1980 es conocido como El Monje gris. No sólo paró su tratamiento sino que se dedicó en cuerpo y alma a recuperar a Suárez. Iba todos los días a la casa del jugador a recuperarle. Ahí están los resultados. El delantero reapareció en el segundo partido de la fase de grupos y anotó los dos goles de Uruguay ante Inglaterra. "Este triunfo es de él, de Walter, en más de un 90%".