La selección francesa ha goleado sin sufrimiento a la de Noruega (4-0), en un partido en el que demostró un gran pegada, a pesar de las bajas, y en el que Mathieu Valbuena, en el centro del campo, y Olivier Giraud, en el ataque, sobresalieron en el grupo de Didier Deschamps.
Noruega fue el rival para el primer ensayo de los bleus antes del Mundial. Paraguay, el 1 de junio en Niza, y Jamaica, el 8 en Lille, serán las otras dos piedras de toque para los franceses, antes de afrontar a Honduras, Suiza y Ecuador en la primera fase de la cita brasileña.
En su decimoquinto enfrentamiento histórico ante los noruegos (7 victorias, 4 empates y 4 derrotas), Francia saltó al estadio de Saint Dennis con bajas importantes. No estuvieron el portero Hugo Lloris ni los madridistas Karim Benzema y Raphael Varane, estos dos últimos gozando de más días de descanso por la disputa de la final de la Champions, mientras que Franck Ribéry, aún convaleciente de una lesión en el espalda, también fue reservado.
En un duelo en el que sí estuvo el extremo de la Real Sociedad Antoine Griezmann, que acudía a su segunda cita con su selección, después de su debut el pasado 27 de febrero ante Holanda, y que estará con su combinado en Brasil, Francia se deshizo sin padecimiento del conjunto nórdico.
Y lo hizo bajo la batuta del centrocampista del Olympique de Marsella Mathieu Valbuena, autor de tres asistencias que dieron lugar a otros tantos de su equipo, y organizador del juego de ataque francés.
En el minuto 15, Valbuena sirvió una excelente pelota al área del cancerbero Nyland y Paul Pogba, jugador de la Juventus de Turín, resolvió de magnífico cabezazo poniendo el 1-0 en el marcador. Fue un tanto que sorprendió a Noruega, que no lo estaba haciendo tan mal hasta ese momento. Habían salido los nórdicos valientes al Stade de France, tocando bien el balón, relajados, sabiendo que tenían poco que perder y mucho que ganar en el envite.
Sin embargo el gol local los desinfló y espoleó a los de Deschamps, que a partir de ese momento no tuvieron piedad del rival y fueron un conjunto resolutivo y veloz. Lo fue de nuevo Valbuena en el minuto 51 al poner otro espléndido balón en profundidad, esta vez a Olivier Giroud, que definió desde la esquina izquierda del área de manera espléndida, con una volea con la zurda.
Loic Remy puso la sentencia definitiva con el tercer tanto en el minuto 67 y, de nuevo Giroud, otra vez a pase de Valbuena, hizo el cuarto, de cabeza, en el 69. Dos minutos le bastaron a Francia en el segundo acto para redondear una goleada contundente ante un débil rival, en un combate en el que presentó sus credenciales para el Mundial, especialmente por la enorme pegada que demostró.