El descenso a la Liga Adelante después de 14 años en Primera División ha sumido a Osasuna en una crisis deportiva, económica e institucional que tiene como principales exponentes la ausencia de entrenador, un presidente en el aire y una deuda de difícil devolución a Hacienda.
Los acontecimientos se han precipitado desde que se consumara el descenso de categoría el domingo, ya que con la merma de ingresos en la Liga Adelante el presidente, Miguel Archanco, anunció la necesidad de renegociar la deuda con la Hacienda foral, así como un cambio en la estructura del club.
A pesar de ofrecerle la continuidad a Javi Gracia el entrenador navarro declinó esta martes el ofrecimiento del presidente. "Ni he estado ni estaré en el futuro en un equipo que me haga más ilusión que Osasuna. Me llevo una mancha grande en mi currículo que hasta ahora no tenía, que me preocupa relativamente, porque lo que más preocupa es la mancha que me llevo en mi corazón y que sé que es para toda la vida", ha afirmado Javi Gracia.
Archanco tiene además que capear con una crisis interna en la junta directiva. Dos de los seis directivos del club, Manolo Ganuza y Juan Manuel Purroy, convocaron para este miércoles por la tarde una Junta extraordinaria para forzar un cambio de rumbo en la dirección del club, a lo que ha respondido Archanco con el anuncio de someterse a una moción de confianza con los socios compromisarios.
Minutos después de que Javi Gracia hiciera oficial su adiós al banquillo navarro, Archanco ha movido pieza con la convocatoria de una Asamblea Extraordinaria de socios compromisarios para continuar o no como presidente del club y en el caso de no gozar de la confianza de éstos celebrar elecciones a la presidencia.
"Con fuerzas para seguir"
Archanco, que sólo ha cumplido la mitad de su mandato, aseguró el domingo y el lunes que no tenía la intención de renunciar al cargo por "responsabilidad", pero esta mañana, aunque sin llegar a dimitir, ha puesto su cargo a disposición de los socios. "Me siento con fuerzas para seguir y poner en marcha un proyecto acorde con la situación que vive el club", ha dicho Archanco, quien ha añadido: "No soy de los que abandonan el barco, pero tampoco y quede muy claro de los que se aferran al cargo".
A la crisis institucional se une la económica, ya que el club arrastra una deuda de unos 40 millones de euros con la Hacienda foral, una situación de alarma con la reducción de ingresos en Segunda que este jueves será expuesta por Archanco a los responsables del Gobierno de Navarra.
La presidenta regional, Yolanda Barcina, ha afirmado que escucharán los planteamientos de Osasuna, pero bajo las premisas del "cumplimiento de la ley y de las obligaciones tributarias" como cualquier otro contribuyente. Barcina ha emplazado a "ver primero la organización que tiene el propio club, cuál es su priorización y cómo van a actuar" para estudiar entonces la posibilidad de que el Ejecutivo intervenga de alguna manera.