El Bayern de Múnich celebró el título de la Bundesliga y recibió en la última jornada el trofeo que le acredita como campeón. Y, como es tradición, Pep Guardiola fue uno de los protagonistas de la celebración después de recibir el tradicional baño de cerveza por parte de sus futbolistas.
Pero no solo por la ducha de cerveza fue protagonista el extécnico del FC Barcelona. En plena celebración de la Bundesliga sobre el césped del Alllianz Arena, Guardiola protagonizó un momento comprometido cuando el trofeo se le resbaló de las manos y cayó al suelo. No obstante, la altura y las dimensiones del mismo impidieron que sufriera ningún daño.