El galés Ryan Giggs se estrenó como entrenador del Manchester United con una contundente goleada (4-0) sobre el Norwich, en una jornada en la que el Everton dio un paso atrás en sus aspiraciones de acceder a la Liga de Campeones, tras caer por 2-0 ante el sorprendente Southampton del argentino Mauricio Pochettino.
"Estoy decidido a continuar las tradiciones y la filosofía del club con las que he crecido y en las que creo firmemente", señaló Giggs en las horas previas a su estreno como nuevo entrenado del Manchester United.
Al menos, en el plano táctico como demostró el técnico galés al recuperar el tradicional 4-4-2 de los diablos rojos en detrimento del 4-2-3-1 que su predecesor, David Moyes, implantó en la presente temporada. bUna decisión con la que Giggs pretendió dotar al Manchester United de la velocidad, el juego por bandas y el empuje del que en demasiadas ocasiones ha carecido este curso el equipo bajo la dirección de Moyes.
Suplencia y doblete de Mata
Precisamente un penalti cometido sobre Welbeck a los 41 minutos y transformado por Rooney permitió al United encarrilar (1-0) un triunfo, que se convirtió en el segundo tiempo en una plácida goleada.
Un nuevo tanto de Rooney, que firmó el 2-0 a los 48 minutos con un soberbio disparo desde fuera del área, y dos tantos de Juan Mata, que evidenció su capacidad como llegador, permitieron a Giggs festejar su primer triunfo como entrenador.
No obstante, la debilidad del Norwich, cuarto por la cola y que llegaba a Old Trafford tras encadenar cuatro derrotas consecutivas, impiden calibrar el auténtico impacto de la llegada de Giggs, Paul Scholes y del resto de los Fergie Boys a la dirección técnica del United.
Y es que los problemas de los diablos rojos esta campaña no han llegado ante los equipos de la parte baja de la tabla, sino por la incapacidad de los de Moyes para pelear de tú a tú con los mejores, como evidencian los tan sólo 6 puntos que el United ha sumado este curso en sus duelos con los seis primeros clasificados.
Una zona alta de la clasificación en la que figura por méritos propios el Everton del español Roberto Martínez, pese a caer hoy por 2-0 en su visita al campo del Southampton con dos goles en propia meta del paraguayo Antolín Alcaraz y Seamus Coleman en la primera media hora de juego.
Un tropiezo ante el Southampton del argentino Mauricio Pochetino, que impidió al Everton arrebatar la cuarta plaza de la clasificación al Arsenal, que se medirá el próximo lunes con el Newcastle, y que garantiza un puesto en la próxima edición de la Liga de Campeones.
Mucho más modesto es el objetivo del West Bromwich Albion que dirige el también español Pepe Mel y que hoy dio un paso casi definitivo para la salvación tras imponerse por 1-0 al West Ham con un gol del delantero de origen burundés Saido Berahino a los 11 minutos de juego.