Poca gente podría pensar que un Sampdoria-Inter de Milán podría tener tanto morbo. Y es que cuando una mujer se cruza en el camino de dos hombres, todo puede pasar. En el recuerdo, la historia entre Terry y Bridge, cuando el primero se acostó con la esposa del segundo, compañeros ambos en el Chelsea. Aunque esta historia, la italiana, viene de hace años, con dos protagonistas: Maxi López, la Gallina, y Mauro Icardi. Argentinos los dos, uno de la Sampdoria, el otro del Inter.
La historia viene de cuando la Gallina jugaba en el Barcelona, de 2005 a 2006. Él era jugador de la primera plantilla; Icardi, entonces un niño, sólo quería un autógrafo de su ídolo. Años más tarde, sería él mismo quien acabaría jugando en la cantera azulgrana. Ahí entablaron su amistad. Una amistad que les llevó a coincidir juntos en la Sampdoria.
Entablaron una gran amistad
Para entonces (2011), cuando llegó Icardi, ambos ya eran muy amigos, y Maxi López estaba casado con la modelo argentina Wanda Nara, desde 2008. Maxi le abrió las puertas de su casa, con su mujer, y sus tres hijos, el mayor ahora de apenas cinco años. Maldito momento en el que lo hizo, pensará el ex del Barcelona.
Numerosas fotos corrían por las redes sociales de los tres juntos: Icardi, Maxi López y su esposa, Wanda Nara. Casi inseparables. Hasta que un día ella comunica en Twitter que se acabó, que ya no sigue con Maxi. Fue el pasado 6 de noviembre: "Hasta acá llegó mi amor. Mi historia es sólo mía, puedo contar o no lo que a mí me parezca. Les aseguro que si supieran la historia nadie dudaría un segundo de mi decisión", escribió Nara en la red social.
Y a partir de aquí arranca la historia de amor con Icardi, que le levanta la pareja a Maxi. Wanda y Mauro comienzan a interactuar a través de Twitter. Mensajes públicos que todos pueden leer y que provocan la ira del jugador de la Sampdoria. Para entonces, Icardi ya había fichado por el Inter de Milán. Los caminos de los dos delanteros argentinos se habían separado. Y ella eligió Milán, la moda, el fútbol, y a su nueva pareja, Icardi, de tan sólo 21 años, por los 30 que tiene López.
Maxi le niega el saludo
Pero toda historia tiene un momento álgido, y ése estaba a punto de llegar. La prensa rosa italiana llevaba meses hablando del lío amoroso. Y hasta los medios deportivos estaban esperando que esto llegara. Al final, este pasado fin de semana, con motivo de la trigésima tercera jornada de la Serie A, Sampdoria e Inter se veían las caras en el Luigi Ferraris. O, lo que es lo mismo, Maxi López contra Icardi.
Al comienzo del partido, cuando los 22 jugadores titulares se saludan, Maxi espera el último de su equipo. Le da la mano a todos, hasta que llega Icardi, momento en el que -según se puede comprobar en el vídeo- Maxi le niega el saludo. Le ha quitado a la que era su mujer, y presume de ello. Él, que le abrió las puertas de su casa, y ahora lo ha perdido. Molesto, disgustado, no le saluda.
Icardi lo entiende, pero tenía su particular venganza. Y la vendetta fue futbolística. El Inter acabó ganando el partido y, de una manera cruel, el castigo para La gallina fue aún mayor. Icardi marcó dos goles en su estadio, llevándose incluso la mano a la oreja. Maxi, por su parte, incluso falló un penalti. 0-4 perdió su equipo.
Pero cuando todo parecía que había finalizado, Mauro Icardi sorprende al mostrar en Twitter el siguiente mensaje: "¿Por qué Wanda Nara me obliga a conducir así? (haciendo el gesto de cuernos con la mano)".
No contento con ello, Wanda añade más leña al fuego:
La clave está en darle tiempo al tiempo, él se encargará de poner cada cosa en su sitio, @MauroIcardi demasiado especial para gente tan mala
— wanda nara (@wanditanara) April 14, 2014
Avisaba en la previa Maxi que no habría ningún problema entre ambos. Avisaba. Ahora la guerra amorosa le ha destronado. Icardi se ha quedado con la chica y los hijos de ella juegan con él. Un trío amoroso que se ha acabado llevando el último en llegar.