No se recuerda en los últimos años una Premier League como esta que se presenta este año. A siete jornadas del final, el Liverpool de Brendan Rodgers es el líder de la tabla y depende de sí mismo para ganar el título. Es verdad que tiene 71 puntos y que el Manchester City con 67 y dos partidos menos también depende de sí mismo para lograr el título. La clave va a estar el 13 de abril en el duelo que enfrenta a ambos en Anfield.
El Arsenal de Wenger se ha quedado sin opciones y el Chelsea de Mourinho ya no depende de sí mismo para ganar. El técnico portugués se ha encargado de quitarse presión afirmando que no pueden ganar el título, que es imposible. Tiene peor plantilla que el City pero no es menos cierto que hace una semana ganaron 6-0 al Arsenal. Candidato sí que es.
El Liverpool vuelve a reverdecer viejos laureles y ha tenido que ser un semidesconocido como Rodgers el encargado de llevar a los reds a lo más alto. El Liverpool con Rafa Benítez fue líder en 2007, pero no competía por el título desde que lo logró por última vez, nada menos que en 1989, 25 años atrás.
Pareja de goleadores
La clave sin duda son los 51 goles de la pareja Luis Suarez–Sturridge. 29 goles el uruguayo, 22 la casi segura pareja de Rooney en el Mundial con la selección nacional. Entre los dos más goles que 16 equipos de la liga. Una barbaridad, sin duda el epicentro del éxito de este Liverpool que recibe en casa a los dos candidatos al triunfo final. Una ventaja.
Tiene el City plantilla suficiente, para muchos el gran favorito todavía, pero es verdad que no cierra los partidos. Este último sábado tuvo el encuentro completamente ganado en el Emirates ante el Arsenal y se conformó con el empate. Una victoria le hubiera dado medio título, pero prefirió no perder. Precisamente el City fue el último campeón con la liga tan apretada, hace dos temporadas en la que dos goles en el descuento le dieron la Premier.
Algunos expertos también han catalogado esta Liga como la de 1995. El 14 de mayo de aquel año, con el Blackburn Rovers líder dos puntos por encima del Manchester United, ninguno de los dos ganó. El primero perdió en Anfield y el Manchester sólo empató en casa del West Ham. Aquella jornada y aquella liga fueron recordadas por la multitud de ocasiones que falló el United en la segunda parte.
Esa Premier fue para soñar igual que lo puede ser ésta, tan loca que hay muchos equipos que tienen menos partidos jugados que otros. El equipo de Pellegrini mismamente, que los recuperará el 16 de abril y, el último, el 7 de mayo, apenas cuatro días antes de la disputa de la jornada decisiva. De locos, pero en Inglaterra están encantados con su Liga.