Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo hablaron en zona mixta del árbitro Undiano Mallenco en el partido contra el Barça. El Comité Técnico de Árbitros (CTA) se sintió ofendido, les denunció y el Comité de Competición ha decidido tomar cartas en el asunto con un expediente informativo a los dos jugadores.
La decisión ha sido consecuencia de la acción de Victoriano Sánchez Arminio, presidente de los árbitros, quien envió un dossier a competición donde recogía las declaraciones de los dos jugadores a los medios de comunicación, al igual que la información que se mostraba en la página web del Real Madrid.
El siguiente paso por parte del Comité será nombrar a un instructor que, en un plazo de un mes como máximo, decidirá si hay o no sanción. Puede haber dos castigos, deportivo o, lo más probable, económico. En este último caso, según el código de la Federación, las multas oscilan entre los 602 euros y 3006 euros.
Hay bastantes antecedentes. En 2012, Gerard Pique afirmó tras ser expulsado por Velasco Carballo que tenía "la sensación de que hubo premeditación". Al final no hubo sanción al jugador del Barcelona. Sí hubo en cambio la temporada pasada en los casos de Di María, cuando dijo que "algunos errores arbitrales no son errores", o Fernando Navarro (Sevilla), cuando tras perder ante el Barcelona sentenció que "fue un robo que todo el mundo vio". Ambos fueron castigados con 1500 euros de multa.