El 19 de junio de 1945, tan solo 10 días después del final de la Segunda Guerra Mundial, nacería la estrella de uno de los mejores atletas de la historia del deporte. En el minuto 75, cuando el CDKA de Moscú estaba ganando por 4-0 al Lokomotiv en un partido de la liga de la URSS, el entrenador del equipo rojo y azul decidió dar oportunidad a Vselovod Bobrov, un joven exsoldado del Ejército Rojo. Bobrov debutó con dos goles, con lo que dio el inicio de una carrera deportiva más que exitosa.
Con 24 goles, Vsevolod acabaría su primera temporada como profesional como máximo goleador de la liga soviética. En 1947 repetiría la hazaña tras marcar 14 goles. Bobrov defendió los colores del equipo moscovita durante cuatro temporadas en las que ganó tres ligas de la URSS marcando 82 goles en 79 partidos.
Marcó seis goles contra el Arsenal y el Cardiff
Hasta el otoño de 1945, Bobrov no era conocido a nivel internacional. Sin embargo, todo cambiaría después de que el delantero ruso se uniera temporalmente a las filas del Dinamo de Moscú para jugar una serie de amistosos contra los principales equipos británicos de aquel entonces: el Arsenal, el Chelsea y el Cardiff. En el primer partido, en el Stamford Bridge, el Chelsea de Tommy Lawton partía como el gran favorito ante los desconocidos soviéticos, pero el extraordinario Bobrov les birló la victoria al marcar el gol del empate.
Fue en el partido contra el Cardiff, cuando se forjó la leyenda del delantero soviético. Más de 100.000 espectadores no terminaban de creerse lo que acababa de ocurrir. Cardiff-Dinamo de Moscú ¡1-10!, con cinco goles de Bobrov.
Después de este partido, el próximo rival del equipo soviético, el Arsenal, reforzó su plantilla con siete jugadores de la selección de Inglaterra, incluido el mítico sir Stanley Matthews. No obstante, estos fichajes no les sirvieron de nada a los gunners, que perdieron el amistoso por 3-4, con un gol en el último minuto de Bobrov.
Tres goles en 10 minutos contra Yugoslavia
Durante los JJOO de Helsinki´52, Bobrov lideró la selección de la URSS. Tras derrotar a Bulgaria con un gol de su delantero estrella, los soviéticos tuvieron que enfrentarse a Yugoslavia en un partido de eliminación directa. Hasta el minuto 80, los balcánicos estaban ganando cómodamente por 5-1. Entonces, apareció una vez más Bobrov que, en menos de 10 minutos, marcó tres goles y dio el pase para el quinto gol de su equipo.
Dado el empate a cinco, al día siguiente se tuvo que jugar el partido de repetición, donde esta vez no hubo sorpresas, y los yugoslavos derrotaron a la URSS por 3-1. El único gol de los soviéticos fue marcado por Bobrov.
El mejor hockista de los años 50
Aunque fue elegido Mejor Jugador de los JJOO, Bobrov estaba tan decepcionado por la eliminación de la URSS, que decidió retirarse del fútbol para jugar al hockey, donde cosecharía aun más éxitos. En la mejor liga de hockey de la época, la soviética, Bobrov marcó 254 goles en 130 partidos, mientras que con la selección de hockey de su país ganó los Mundiales de 1954 y 1956, marcando un total de 89 goles en 59 partidos.
Sin duda alguna, el mejor momento de toda su carrera deportiva fue la final de los JJOO de invierno de Cortina d´Ampezzo´56, cuando Bobrov y sus compañeros derrotaron a la todopoderosa selección de Canadá para llevarse el oro. Vsevolod por fin había cumplido su sueño de ganar unos JJOO.
A finales del pasado siglo, Bobrov fue elegido como el tercer mejor deportista de la historia de Rusia, por detrás del legendario portero Lev Yashin y el luchador Alexander Karelin.
