Hemos vivido ya mucho fútbol como para sorprenderte de algo, para que una situación en una jornada resulte incomprensible. Pero es verdad que lo que hizo el entrenador del Barcelona, Tata Martino, el otro día en Anoeta es cuanto menos raro. Y vamos a dejarlo ahí por no cebarnos con el planteamiento infumable que hizo el técnico argentino en San Sebastián.
Tres pruebas irrefutables lo demuestran: una, que sin Xavi, Cesc, Alexis y Jordi Alba, el Barcelona tiene mucho menos fútbol; dos, que el Tata reconoció que se equivocó en la rueda de prensa; y tres, que el Barça perdió sin paliativos haciendo el peor partido que se le recuerda en los últimos años al club culé fuera de casa. Un desastre.
Fue tal el desaguisado que el Barcelona se queda a tres puntos del Madrid, perdiendo ocho con respecto al club blanco desde Navidad. Una barbaridad. Tras el empate en Pamplona, el Madrid se quedaba el 16 de diciembre a cinco puntos de los azulgranas. Hoy están tres por encima. Y eso no es ninguna broma. El escenario no es todavía insalvable para el Barcelona, pero pongámonos por un momento en lo peor: que el 23 de marzo, los de Martino salgan derrotados del Bernabéu. Ahí tal vez podría despedirse el Barça de esta liga.
La Real Sociedad fue el claro beneficiado por este planteamiento. Aprovechó el regalito de los catalanes para hacer su partido. Quizá para hacer el partido que debería haber hecho el Manchester City el otro día. Porque a este Barcelona ya no se le tiene el mismo miedo que antes, se le puede meter mano si lo atacas. Lo que pasa es que Pellegrini el martes estaba ciego. Arrasate el sábado sí lo vio claro.
El Madrid sí hizo los deberes
Antes del despropósito culé en tierras vascas, el Madrid había hecho los deberes. Ganó aunque no convenció demasiado ante el Elche. Quizá porque era un partido para ganar simplemente, de esos de los que hay muchos en la Liga. Simplemente se trata de ganar, no hay que hacer dispendios excesivos para obtener el triunfo. Y vale así, no sea que te desgastes en esta vorágine de encuentros, todos importantes.
El Madrid el sábado pensó un poco en el Schalke y otro poco en el Elche. Le bastó para ganar a los alicantinos y asustar a los germanos. La eliminatoria europea parece coser y cantar.
Para Florentino Pérez el partido fue el deseado. Durmió líder, lo sigue siendo el lunes y marcaron los fichajes: Illarra, Bale e Isco. ¿Qué más se puede pedir? Da igual que el juego no fuera el ideal, ya habrá tiempo para hacerlo en esta temporada. Espera a los blancos lo mejor del año. Con unas vistas buenísimas en Europa, con la final de Copa en mes y medio y arriba en la Liga casi dos años después.
Batazo del Atlético en Pamplona
Y llegó el Atlético a El Sadar y perdió. Empezó a perder el encuentro antes del partido. Simeone no se ha equivocado casi este año, pero el domingo sí. El centro del campo, con Gabi y Mario Suárez solos ante el poderío físico navarro, fue un suicidio. Cuatro jugadores de ataque, sí, pero el equipo estuvo roto siempre. Fruto de eso, 3-0 en la primera parte.
Cierto que es excesivo porque los locales tiraron tres veces a portería pero fue un planteamiento extraño. Justo en el campo en donde más feo tienes que hacer el partido, donde más férreo tienes que ser, va el Atlético y concede unas licencias tácticas imperdonables. El derbi llega desnivelado el domingo. Particularmente creo que hay favorito y viste de blanco.
Gil Manzano perjudicó al Betis
El resto de la jornada trajo la clara mejoría del Valencia, que ganó en el tiempo añadido al Granada. Ganó también el Athletic ante un auténtico cadáver como es el Betis, pero es cierto que al equipo andaluz le perjudicó el árbitro Gil Manzano seriamente. Dos penaltis no pitados y el primer gol vasco en penalti que no era. Demasiado castigo para un enfermo terminal.