Sol, buena temperatura, el entrenamiento al completo del Real Madrid y, de postre, una charla de más de una hora con Carlo Ancelotti. Para los periodistas que seguimos al club blanco, hoy ha sido una jornada excepcional en Valdebebas. Excepcional por sus dos acepciones: porque ha sido excelente y porque ocurre rara vez.
Gracias a ello hemos podido comprobar que Jesé Rodriguez recibe clases extra y particulares de Zinedine Zidane. El alumno aventajado, gran sensación del Madrid esta temporada, salía junto al francés para practicar las voleas. Ese golpeo que le dio al Real Madrid la novena Copa de Europa en Glasgow. Y es que Zidane tiene como alumnos a Varane, Benzema, Morata o al propio Jesé.
Justo antes, Cristiano Ronaldo se marchaba del entrenamiento gritando a los periodistas: "¿Os ha gustado el entrenamiento? Tiqui-taca portugués", les exclamó. Un ejemplo del buen ambiente que hay en la plantilla. Su equipo, en el que jugó junto a Pepe, Coentrao, Marcelo, Di María y Pacheco, acababa de ganar un torneíllo.
Y a continuación aparecía Carlo Ancelotti en la sala de prensa con el chándal del Real Madrid y deportivas. Pero, sobre todo, con buen humor. A diferencia de anteriores ocasiones, no se sentaba detrás de un micrófono. Lo hacía en mitad de la sala, con unos 30 periodistas a su alrededor. Durante algo más de una hora, mantuvo una charla amena, distendida y divertida. Casi siempre en español. Y es que, a pesar de su evolución con el idioma, de vez en cuando necesitaba la colaboración de los dos periodistas italianos que siguen al Real Madrid.
Una jornada de diez horas
"¿Cómo puedo enfadarme en castellano? ¡Me sale enfadarme en italiano! Y claro, lo entienden todos", bromeaba Carletto ante la risa de los presentes.
Esa situación, la de ver al entrenador irritado, sólo la han vivido en el vestuario blanco en tres ocasiones esta temporada. "Me he enfadado ante Levante, Elche y Rayo Vallecano". Y cuando te enfadas, ¿lo haces en el vestuario o esperas al día siguiente? Le preguntaban. "Depende. Si es con la cabeza, sí; si sale del corazón, entonces no puedo controlarme", respondía.
El español, el idioma que todavía no domina, no le permite dar charlas emotivas. "Eso lo hacen más los jugadores, yo hago charlas tácticas", responde. Es su especialidad, de ahí que ponga a la plantilla vídeos de quince minutos con las virtudes y defectos mostrados por el equipo durante el anterior partido, o el análisis de su próximo rival. Carlo Ancelotti entra a trabajar a las nueve y media de la mañana y no se marcha hasta las siete de la tarde. "Me quedo viendo vídeos de los rivales. No delego, lo quiero hacer yo", aclara.
Ha explicado el preparador transalpino su metodología de trabajo, cómo prepara los partidos sin que nadie le preguntara, y ha aclarado porqué no tiene problemas con sus futbolistas. "Yo aquí no estoy para ser un sargento de hierro. Me gusta la relación al mismo nivel, ni por encima ni por debajo. No me gustaba cuando un entrenador me mandaba hacer algo porque simplemente era el entrenador. Hay una disciplina, un código y un respeto", dice.
¿Ramos, otra vez mediocentro ante el Barça?
Obviamente, a Ancelotti se le preguntó por Iker Casillas. Y el técnico dejó la posibilidad de que el capitán sea titular en Liga si el Real Madrid llega a la final de la Champions, ya que hay casi un mes de diferencia entre las semifinales y la final de la competición continental.
Otro de los capitanes del equipo, Sergio Ramos, fue objeto de una de las numerosas bromas del míster. "Sergio se alegró cuando le dije que jugaba en el Camp Nou de mediocentro. Pero no lo haré en la vuelta en el Bernabéu", dijo mientras soltaba una carcajada.
En cuanto a Gareth Bale, desvela que "es tímido y habla con Paul Clement, que le traduce". E Isco, asegura, le "recuerda a Seedorf". Dice que el malagueño "puede jugar en esa línea de tres. No hemos tenido tiempo para probarlo, pero se puede adaptar al centro del campo", explicaba.
El entrenador "tranquilo"
Carlo desvela que le gusta ir al "cinema" y los aficionados se le muestran cariñosos con él cuando le paran por la calle. Por eso le "sorprende leer la prensa".
Al técnico le molestó que le reprocharan no prepararse las ruedas de prensa. "Me informan de lo que se ha escrito y dicho, pero nada más", dijo. Se define a sí mismo como un entrenador "tranquilo", "como Vicente del Bosque", mientras comenzaba a sonreír ante el siguiente chascarrillo o cuando salía a relucir el nombre de José Mourinho.
Ancelotti habla en serio cuando es necesario. Es un italiano que adora la comida, que no puede dejar de fumar y que, aunque parezca imposible en los tiempos que corren, mantuvo una charla con la prensa durante más de una hora. Sólo miró una vez el reloj antes de marcharse, cuando preguntó a los responsables de prensa del Real Madrid: "¿Hay alguien del Atlético aquí? Es que esta noche hay que ver al Milan".
El Real Madrid vuelve este jueves a los entrenamientos para preparar la visita del Elche al Santiago Bernabéu, dos días después. De nuevo se cerrarán las puertas de una ciudad deportiva, la de Valdebebas, que no esconde grandes secretos. "Son profesionales que viven otro fútbol. Antes era distinto. Las concentraciones servían para fomentar las relaciones en la plantilla. No había Facebook, no había Twitter, no había Play Station... Pero ahora la gente se relaciona sólo en las comidas, pues que cada uno coma en su casa", analizaba Ancelotti. ¿Es el técnico italiano el Pacificador? Fue la pregunta que le hicieron a Carletto, a lo que respondió con una gran sonrisa de oreja a oreja: "No, no".