En medio de la polémica y el despropósito que contagió a la Real Sociedad, el FC Barcelona dejó encarrilado sin brillo el pase a la final de la Copa del Rey después de vencer (2-0) al conjunto donostiarra en el partido de ida de las semifinales, que estuvo marcado por la no expulsión de Mascherano, la roja a Íñigo Martínez y un rocambolesco gol en propia puerta de Zubikarai.
Le costó al Barcelona abrir el marcador ante una ordenada Real Sociedad. Los donostiarras plantearon su guión pensando en la vuelta en Anoeta, con el claro objetivo de que la eliminatoria se decidiese en San Sebastián. Armados con una defensa de cinco, los realistas supieron volver a despertar las dudas defensivas del Barça, que ya se vieron ante el Valencia, en los primeros compases del encuentro. Los defensas azulgranas han perdido esa confianza que tenían antes y sufrieron más de la cuenta con las llegadas en velocidad de Griezmann y Vela. Tuvo que ser Pinto el que resolvió los problemas iniciales con una buena parada al disparo del francés.
El paso de los minutos delató las intenciones de ambos equipos. La Real quería vivir protegida para poder salir al contragolpe y cedió el balón al Barça. Sin embargo, los azulgranas andaron escasos de profundidad e ideas. Martino decidió dejar en el banquillo a Iniesta y el equipo lo notó. Perdió fluidez y acabó a menudo atascado entre los centrales de la Real.
Si Pinto había brillado en el otro área, Zubikarai no hizo menos en la suya. El portero donostiarra encadenó varias buenas paradas, entre las que destacó un mano a mano ante Messi y mantuvo vivo a su equipo hasta el borde del descanso. Porque a pocos minutos del final de la primera parte, el choque cambió por completo. Vela volvió a aprovecharse de un desajuste defensivo del Barcelona para ganar en carrera a Mascherano. Cuando encaraba a Pinto, el argentino le derribó y el poretro desbarató su disparo.
Rocambolesco gol en propia puerta
Se quejó amargamente del penalti la Real, que vio cómo en el siguiente acercamiento al área de su rival, Busquets aprovechó un balón suelto en un saque de esquina para marcar el primer tanto del partido. Íñigo Martínez no se contuvo y acabó expulsado por protestar el penalti ante González González. El plan de la Real se había venido abajo en pocos minutos, acompañado de la lesión de Mikel González.
Tocaba remar contracorriente para los hombres de Arrasate que, en la segunda mitad con diez futbolistas, perdieron cualquier capacidad de intimidar a su oponente. Dieron un paso más atrás frente el domino del Barcelona y decidieron aguantar ante los ataques barcelonistas. Sin embargo, el despropósito para la Real todavía dejó un capítulo más. Alexis se plantó solo en el área de los de San Sebastián, pero su disparo se estrelló en el palo. Elustondo llegó al rechace y, en vez de enviar el balón a córner, intentó despejar el balón lanzándolo hacia el centro del área con un pelotazo que impactó contra Zubikarai y se coló en la portería.
Parecía que todo terminaba de ponerse a favor del Barça, tras este gol cómico con tintes negros para los realistas, pero las intervenciones del guardameta vasco y la falta de profundidad de los atacantes locales desembocaron en un asedio infructuoso del Barcelona, que deja una puerta abierta para que la Real Sociedad sueñe con la remontada en la vuelta.