La Roma se ha impuesto al Nápoles (2-0) en el partido más destacado de la octava jornada de la Serie A, que ha arrancado este viernes, gracias a un doblete del bosnio Miralem Pjanic, que solidificó el liderato de los suyos tras conseguir la octava victoria consecutiva. El equipo de Rudi García sólo sabe ganar. En esta ocasión, ante su inmediato perseguidor, se apoyó en el balón parado para vencer al cuadro napolitano. Con Maradona en la grada, uno de los principales reclamos, el partido se mostró muy parejo hasta que Pjanic surgió al filo del descanso.
El centrocampista balcánico, que jugará el Mundial por primera vez en su historia tras la clasificación de Bosnia, lo celebró con un soberbio lanzamiento de falta. Pepe Reina no llegó a un lanzamiento magistral y los de casa se marcharon con la ventaja en la buchaca. Antes del tanto romano, el Nápoles de Rafa Benítez dispuso de una clarísima ocasión en botas de Pandev. El macedonio, que recorrió medio campo sin oposición, estampó el cuero en el cuerpo de Morgan de Sanctis, el que fuera un día portero del Sevilla.
En la segunda mitad, el conjunto celeste -que sólo contó un cuarto de hora con un tocado Higuaín- terminó de entregar el duelo a 20 minutos para el final. Un penalti de Paolo Cannavaro, con roja incluida, supuso el segundo de la Roma, obra también de Pjanic, y echó el cerrojo al partido. A partir de ahí sólo hubo una propuesta, la del conjunto napolitano, con Albiol y Callejón también en el once. Benítez, pese a jugar con uno menos, adelantó líneas ante una Roma que optó por juntar líneas y dejar correr el reloj. Y les salió bien, muy bien.
De momento, los de Rudi García son líderes indiscutibles de la Serie A con un currículo inmaculado, con ocho triunfos en otros tantos partidos. Su dulce momento parece no tener fin. El Nápoles de Benítez, que puede perder la segunda plaza si gana la Juventus gana el domingo en Florencia, firmó su primera derrota del curso.