Nada nuevo bajo el sol. Como es costumbre las últimas temporadas, el Real Madrid ha goleado al Getafe en el Bernabéu (4-1) para no perder la estela de los colíderes Barcelona y Atlético de Madrid, que de momento siguen sin ceder un solo punto tras cinco jornadas disputadas -los blancos cedieron los dos primeros del curso hace una semana en El Madrigal-.
Se anunciaba fiesta en el coliseo de La Castellana, donde los 70.000 espectadores que esta tarde se dieron cita esperaban ver el debut de Gareth Bale con la camiseta blanca en casa. Pero el galés se lesionó en el calentamiento -molestias en el muslo izquierdo- y finalmente ni siquiera figuró en la convocatoria, en la que sí entró, por primera vez esta temporada, Raphael Varane. Quien sí se estrenó como madridista en el Bernabéu fue Asier Illarramendi, que cumplió con nota.
La presencia del guipuzcoano en el once fue una de las noticias destacadas de la tarde, además de la ya mencionada lesión de Bale y la suplencia de titulares habituales como Sergio Ramos y Modric. También Isco estaba destinado a ver el partido desde el banquillo, pero el contratiempo protagonizado por el galés obligó a Carlo Ancelotti a cambiar los planes.
Y a ello se le unió el tempranero gol de Ángel Lafita. Sólo se habían cumplido cuatro minutos cuando el delantero zaragozano, a quien se le da bien el Bernabéu, abrió el marcador al aprovechar un error del Madrid. Cristiano se quedó protestando una falta de Miku, pero Fernández Borbalán no pitó nada y el venezolano habilitó a Lafita, que batió a Diego López con un disparo desde la frontal del área grande que tocó lo justo en Pepe.
El 0-1 espoleó al Madrid, que no tardó en ponerse las pilas y, con un fantástico Di María echándose el equipo a la espalda, llegaba cada vez con más frecuencia al área de Miguel Ángel Moyá. En esos menesteres se aplicó también Sami Khedira, que adelantó su posición para sumarse a los ataques blancos. Y fue otro actor inesperado, Pepe, quien logró el tanto del empate antes de llegarse al ecuador del primer tiempo. Di María, con diferencia el mejor del partido, sacó una falta desde el costado izquierdo y encontró a Cristiano, que remató de primeras sobre el marco azulón. Moyá desvió como pudo y el rechace le cayó a Pepe -pareja hoy de Nacho en el centro de la defensa ante la ausencia de Ramos- para, con algo de suspense, acabar alojando el balón en la portería.
La remontada había comenzado. Cristiano tuvo en sus botas el segundo minutos después, tras otro centro del Fideo, pero la echó fuera. No perdonó el portugués, en cambio, a la media hora, al transformar un penalti cometido por Míchel Madera al interceptar con la mano dentro del área el lanzamiento de una falta. Moyá estuvo a punto de detener la pena máxima, pero CR7 la tiró tan bien, ajustando el balón al palo derecho, que el 2-1 subía inexorablemente al luminoso.
Pudo aumentar la ventaja Benzema antes del descanso, pero rápidamente se encargaría de demostrar que no iba a ser su día. El francés luchó, se ofreció y distribuyó juego, pero acabaría perdonando hasta tres ocasiones clarísimas ante la portería de Moyá. La primera de ellas en el minuto 40 al echarla fuera en su remate en el segundo palo, tras un fallo de Alexis en el corte, cuando el Bernabéu se preparaba para cantar el tercero. La primera parte se cerró con la lesión de Lafita, tras una dura entrada de Carvajal, y la salida al campo de Sarabia en lugar del aragonés.
El Madrid encerró al Getafe
Volvió a mover ficha Luis García tras el paso por vestuarios, apuntalando la defensa con la presencia de Roberto Lago -pocos minutos del ex del Celta en este inicio de temporada-, pero el Madrid siguió llevando la voz cantante en la segunda parte, con buenas ocasiones de Benzema y Di María. Los blancos encerraban a un Getafe que apenas tenía la pelota y tampoco podía salir de su campo.
Parecía claro que el 3-1 iba a acabar llegando. Y lo hizo a la hora de partido, cuando Isco Alarcón se internó en el área y aprovechó la indolencia de Mosquera para conectar un chut inapelable ante el que Moyá se quedó haciendo la estatua. El equipo azulón era un juguete roto en manos de los Isco, Di María, Cristiano y compañía, que se mostraron insaciables en busca de un marcador aún más abultado. El propio Ronaldo pudo haber marcado el cuarto antes de que Benzema perdonara otras dos oportunidades clarísimas en apenas cinco minutos, ambas de cabeza. Pese a sus fallos, el Bernabéu reconoció la entrega del francés, que fue sustituido por Morata en medio de una cerrada ovación.
Y entre medias de esas oportunidades se produjo la acción más polémica de la noche, cuando Cristiano Ronaldo pudo haber sido derribado en falta por Moyá fuera del área. Pero Fernández Borbalán, que no estuvo a la altura, no pitó nada, perdonándole lo que hubiera sido la roja directa al meta mallorquín. Quien sí la vio, en cambio, fue Míchel por una entrada sobre un Jesé que unos minutos antes había entrado al campo por Isco.
Cuando el Bernabéu se preparaba para echar el cierre, Cristiano firmó el definitivo 4-1, ya en el descuento, al batir a Moyá con un precioso taconazo. Fin de una historia que se repite un año tras otro: el Getafe quiso dar guerra en Chamartín, pero al final se acabó rindiendo a la superioridad blanca.
Ficha técnica
Real Madrid, 4: Diego López; Carvajal, Pepe, Nacho Fernández, Arbeloa; Khedira, Illarramendi (Modric, m.77); Di María, Isco (Jesé, m.84), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Morata, m.80)
Getafe, 1: Moyá; Arroyo (Rafa, m.70), Lisandro, Alexis, Escudero (Roberto Lago, m.46); Míchel, Mosquera; Pedro León, Lafita (Sarabia, m.45), Diego Castro; y Miku.
Goles: 0-1, m.4: Lafita; 1-1, m.18: Pepe; 2-1, m.33: Cristiano Ronaldo, de penalti; 3-1, m.58: Isco; 4-1, m.92: Cristiano Ronaldo
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité andaluz). Expulsó con roja directa a Míchel (m.86). Además, mostró tarjeta amarilla a Alexis (m.30) y Pedro León (m.75), del Getafe; y a Carvajal (m.42), del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 70.063 espectadores. Realizó el saque de honor Pili Peña, campeona del mundo de waterpolo con la selección española. Los jugadores madridistas portaron brazalete negro en señal de luto por el fallecimiento del padre de Fernando Hierro