El nuevo Celta de Vigo se estrena en Balaídos ante el Espanyol, un rival de buenos recuerdos para el conjunto gallego, pues la pasada temporada su triunfo ante los catalanes en la última jornada le permitió mantenerse en la liga BBVA.
La ilusión marca la nueva etapa celeste. La llegada de Luis Enrique al banquillo tras la salida de Abel Resino, el técnico que obró el milagro de la salvación, y los fichajes de Nolito, Fontás Charles y Rafinha han permitido que, de momento, nadie se acuerdo de Iago Aspas, el ídolo del celtismo que este verano recaló en el Liverpool.
Las expectativas son máximas a pesar de los malos resultados de la pretemporada, donde el Celta únicamente ha ganado uno de los cinco partidos que ha disputado, ante el Coruxo, equipo del grupo I de la Segunda División B.
Y es que la apuesta ofensiva que quiere implantar Luis Enrique gusta en Balaídos. El asturiano ha trabajado con dos sistemas de juego (5-3-2 y 4-3-3), aunque todo parece indicar que empezará jugando con una línea de cuatro en la retaguardia.