Cada día que pasa, Gareth Bale está un poco más cerca del Real Madrid. El diario Marca publica que el club blanco ya tiene un acuerdo con la estrella del Tottenham –a través de su representante, Jonathan Barnett– y que ahora sólo falta convencer a la entidad londinense, que preside Daniel Levy.
El problema es que este multimillonario británico, de origen judío –como muchos aficionados spurs– y conocido por llevar al límite cualquier negociación, no va a dar su brazo a torcer. Ahí va a estar la clave. André Villas-Boas, técnico del equipo inglés, reveló hace unas semanas que Levy le ha prometido que Bale seguirá en el club la próxima campaña.
Pero el dinero puede hacer cambiar de idea al máximo dirigente del Tottenham, que ha empezado pidiendo la friolera de 100 millones de euros por traspasar a la estrella galesa, elegido mejor jugador de la Premier League la pasada temporada.
Según cuenta Marca en una información que firma su subdirector, Carlos Carpio, el acuerdo entre el Madrid y Bale es por seis temporadas, mientras que el futbolista ganaría 10 millones netos anuales, que es más del doble de lo que el galés percibe actualmente en el Tottenham –unos 4,5 millones de euros–.
Gareth Bale ya ha comunicado al club que se quiere ir y jugar la Champions –el Tottenham acabó quinto en la Premier 2012/13, por lo que tendrá que conformarse con jugar la Europa League–, mientras que el diario de Unidad Editorial añade que el traspaso puede cerrarse en agosto tras una cumbre en Los Ángeles, donde el Real Madrid se enfrentará al Everton o la Juventus de Turín el próximo día 3, dentro de su gira de pretemporada por Estados Unidos.