Semana extraña, y muy dura, en el barcelonismo, a cuenta de las relaciones entre Pep Guardiola, Tito Vilanova y el club, que ha tenido un nuevo capítulo con las declaraciones que el actual técnico del Bayern ha realizado este mismo sábado. Minutos después de la goleada de su equipo ante el Hamburgo (4-0), en semifinales de la Copa Telekom que se disputa en Mönchengladbach, Guardiola ha hablado de su relación con Tito, que este viernes dimitió como entrenador del Barça al sufrir una nueva recaída de su enfermedad.
El pasado lunes, Guardiola acusó a la Junta Directiva que preside Sandro Rosell de "utilizar la enfermedad de Tito Vilanova para hacerme daño". Ahora, cinco días después, desea mandar "mucha fuerza" al hasta ahora entrenador barcelonista para que pueda superar su enfermedad.
Trataba así el de Sampedor de pasar página a la polémica entre ambos entrenadores en los últimos días, después de que Vilanova asegurase el pasado martes que Guardiola "no vino a verme en los dos meses que estuve de tratamiento en Nueva York" y que "no fue por mí".
"Me resulta difícil hablar de esto en alemán", comenzaba a asegurar Pep ante los medios cuando fue preguntado por la nueva recaída de Tito. Tras unos segundos de pausa, arrancó a decir: "Le quiero tantísimo, es muy amigo mío. Les deseo a él y a su familia muchísima fuerza". "Esto es muy, muy duro para mí", añadió Guardiola.