Guardiola anunció a principios de año que su próximo equipo, a partir del 1 de julio, iba a ser el Bayern de Munich. Parecía una enorme decisión por ambas partes: el de Sampedor recalaba en un equipo que tiene unas grandes exigencias pero no se deja llevar por las prisas; que trabaja bien la cantera y aún mejor los fichajes de los mejores futbolistas de la Bundesliga; familiar, lleno de exfutbolistas en su directiva, que entienden mejor que la mayoría el trabajo de un entrenador.
Para el Bayern, era contratar al mejor entrenador posible: un hombre de filosofía acorde a los valores del club, gran estratega y amante del fútbol de toque y preciosista, un estilo que en los últimos años se ha instalado con acierto y buenos resultados en Alemania.
Pero era enero. Ahora, hemos llegado a junio, y el panorama ha cambiado. Para el Bayern, y para Guardiola. El conjunto bávaro lo ha ganado todo con el entonces denostado Juup Heynckes; Champions, liga y Copa. Todo. Y de manera brillante. Endosándole un 7-0 al Barça en semifinales de Champions; con 25 puntos de ventaja sobre el Dortmund en la Bundesliga; 3-2 en la final de Copa contra el Stuttgart, después de ir cómodamente ganando durante todo el partido. Un triplete histórico que terminó con el veterano técnico por los aires.
Cuando Guardiola firmó por el equipo, el Bayern venía de dos años sin ganar nada, y de perder una final de Champions en su propia casa. Por eso, el fichaje del ex del Barcelona parecía la mejor solución. Ahora, se ha visto que no. Que, por lo menos, no era necesario. El que tenían en casa se ha valido por sí mismo para ganar. Para ganarlo todo.
Y eso también afecta directamente a Guardiola. Cuando se hizo oficial su fichaje, se le vendía como el hombre idóneo para recuperar la grandeza del equipo y volver a conquistar títulos. Ahora, es el hombre que debe continuar con la grandeza del equipo y revalidar los títulos conquistados. La diferencia entre un papel y otro es enorme. La exigencia, también. La papeleta de Guardiola desde su primer día en el Bayern será muy complicada.