La final de la Europa League medirá esta noche a dos clubes antagónicos: el Benfica, equipo histórico que brilló en la Europa de principios de los 60 y que afronta un largo período de sequía continental, y el Chelsea, un conjunto rico y potente cuyos mayores éxitos se remontan a la última década. De un lado de la balanza, la mayor competitividad de la Premier, un presupuesto cuatro veces superior al de su rival (más de 300 millones de euros) y estrellas a nivel mundial como Terry, Lampard o Fernando Torres. Del otro, el factor sorpresa y el buen juego desplegado esta temporada por las águilas, sedientas de un título europeo.
El Chelsea, entrenado por el español Rafa Benítez, buscará en Ámsterdam arrebatar al Benfica la Europa League y levantar un trofeo continental por segundo año consecutivo tras conquistar la Champions la pasada temporada ante el Bayern en el Allianz Arena de Múnich. Si el club londinense consigue el segundo campeonato europeo de la era de Roman Abramovich, se convertiría en el tercer equipo en la historia que gana la Liga de Campeones y la Liga Europa -antes Copa de la UEFA- en dos temporadas consecutivas.
El conjunto inglés llega a la capital holandesa en pleno estado de forma y sin conocer la derrota desde hace más de un mes, lo que le ha garantizado casi con seguridad el tercer puesto en la Premier League y la clasificación directa para la próxima Champions.
Benítez, que ya consiguió una Copa de la UEFA con el Valencia en 2004, confiará en la armada española del Chelsea liderada por Fernando Torres y Juan Mata, determinante en los éxitos blues esta temporada. El Niño, de 29 años y referente del ataque blue tras la marcha el año pasado del marfileño Didier Drogba, lleva cinco tantos anotados en la Liga Europa esta temporada, en la que ha vuelto a encontrarse con el gol tras unos años de irregular rendimiento. Pese a haberlo incluido en la convocatoria inicial, Benítez no contará finalmente con el centrocampista belga Eden Hazard, con molestias en la cara anterior de un muslo.
Si los londinenses llegan con la moral alta por sus últimos resultados en Liga, lo contrario le ocurre al Benfica, que perdió el partido y el liderato en favor del Oporto en su duelo del pasado sábado, y que podría así despedirse de un campeonato que ya acariciaba a falta todavía de un único encuentro. Los lisboetas, que aspiran al triplete -también han llegado a la final de la Copa de Portugal-, quieren culminar de la mejor forma posible una temporada meritoria y hacer recordar al club glorias pasadas.
Los hombres entrenados por Jorge Jesús quieren poner fin a la conocida como maldición de Bela Guttman, técnico del demoledor Benfica que ganó dos Copas de Europa (1961 y 1962) y que auguró a los lisboetas que no volverían a ganar un entorchado continental. Los encarnados tienen ahora la oportunidad de demostrar que se equivocaba.
La única baja en su equipo titular frente al Chelsea será la del lateral uruguayo Maxi Pereira, por acumulación de amarillas, puesto que ocupará previsiblemente el canterano André Almeida. La base del Benfica se sustenta en la seguridad defensiva de la pareja Garay-Luisao, el equilibrio que aporta Matic, la creatividad del argentino Gaitán, la velocidad de su compatriota Salvio y la puntería de una delantera explosiva formada por Lima y Cardozo. Precisamente el paraguayo ha exhibido su mejor versión en esta Liga Europa, en la que ya acumula seis goles, sólo por detrás del checo de la Lazio Kozak.
A nivel táctico, la única duda es si el entrenador de los lisboetas optará por su esquema habitual este año, un 4-4-2 tradicional con dos delanteros, o si prefiere jugar únicamente con uno e introducir otro mediapunta (4-2-3-1), como ocurrió el pasado fin de semana contra el Oporto.
Alineaciones probables
Benfica: Artur; André Almeida, Luisao, Garay, Melgarejo; Salvio, Matic, Enzo Pérez, Gaitán; Cardozo y Lima
Chelsea: Cech; Azpilicueta, Terry, Luiz, Ivanovic; Ramires, Lampard, Hazard, Oscar; Mata y Torres
Árbitro: Björn Kuipers (Holanda)
Estadio: Amsterdam Arena. 20:45 horas (Cuatro)