Gareth Bale, jugador del Tottenham Hotspur, acapara esta temporada gran parte de los galardones que puede conquistar un jugador individual en la Premier League y afronta un verano en el que su nombre estará en el centro de las especulaciones del mercado europeo de fichajes.
Los periodistas británicos han elegido al extremo galés como jugador del año en Inglaterra, una distinción que se suma a las de Mejor Jugador y Mejor Jugador Joven que le otorgó la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) esta semana.
A sus 23 años, Bale ha sido comparado con el joven Cristiano Ronaldo que deslumbraba a Inglaterra en el Manchester United hace un lustro y sus 24 goles esta temporada (19 en liga) han permitido al Tottenham batallar en lo alto de la tabla para mantenerse en puestos de Champions.
Bale es un jugador completo con predilección por la banda izquierda que atemoriza a los rivales con su velocidad explosiva, su habilidad para el regate y su potente disparo. Desde 2010 se le ha señalado como una de las promesas de la Premier, si bien ha sido esta temporada cuando su madurez futbolística le ha situado en el punto de mira de los grandes clubes europeos.
El prestigioso galardón que concede la Asociación de Periodistas de Fútbol del Reino Unido es un paso más hacia su consagración en la élite, que lo sitúa en la misma senda que transitaron estrellas como Ronaldo, que lo ganó en 2007 y 2008, el francés Thierry Henry (2003, 2004 y 2006) o el inglés Wayne Rooney (2010).
El empuje que ha brindado el galés a los Spurs hace que el presidente del club, Daniel Levy, sea reacio a aceptar la idea de que el galés vaya a abandonar el equipo en el mejor momento de su carrera. Tanto es así que públicamente ha llegado a poner un precio de 100 millones de libras (116 millones de euros) por Bale, una aspiración económica que los medios británicos matizan y que podría quedarse en 70 millones de euros.
Levy invirtió 10 millones de libras (11,6 millones de euros) en 2007 para contratarlo cuando era un desconocido jugador de 18 años del Southampton y considera a Bale su apuesta personal, por lo que no está dispuesto a dejarle marchar fácilmente.
Tanto el presidente como el entrenador portugués André Villas-Boas han manifestado que Bale continuará en el club del norte de Londres la próxima temporada si logran clasificarse para la Champions.
El jugador, por su parte, no quiere pronunciarse sobre su futuro y sólo ha agradecido en los últimos días las comparaciones en la prensa que lo sitúan a la estela de Ronaldo y del argentino Leo Messi. "Ellos son los mejores, han establecido un límite al que todos queremos llegar", se limitaba a afirmar el galés, que suena como uno de los refuerzos este verano de clubes de primera línea como el Real Madrid, el Bayern Múnich o el Manchester City.
Los periodistas británicos han elegido al extremo galés como jugador del año en Inglaterra, una distinción que se suma a las de Mejor Jugador y Mejor Jugador Joven que le otorgó la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) esta semana.
A sus 23 años, Bale ha sido comparado con el joven Cristiano Ronaldo que deslumbraba a Inglaterra en el Manchester United hace un lustro y sus 24 goles esta temporada (19 en liga) han permitido al Tottenham batallar en lo alto de la tabla para mantenerse en puestos de Champions.
Bale es un jugador completo con predilección por la banda izquierda que atemoriza a los rivales con su velocidad explosiva, su habilidad para el regate y su potente disparo. Desde 2010 se le ha señalado como una de las promesas de la Premier, si bien ha sido esta temporada cuando su madurez futbolística le ha situado en el punto de mira de los grandes clubes europeos.
El prestigioso galardón que concede la Asociación de Periodistas de Fútbol del Reino Unido es un paso más hacia su consagración en la élite, que lo sitúa en la misma senda que transitaron estrellas como Ronaldo, que lo ganó en 2007 y 2008, el francés Thierry Henry (2003, 2004 y 2006) o el inglés Wayne Rooney (2010).
El empuje que ha brindado el galés a los Spurs hace que el presidente del club, Daniel Levy, sea reacio a aceptar la idea de que el galés vaya a abandonar el equipo en el mejor momento de su carrera. Tanto es así que públicamente ha llegado a poner un precio de 100 millones de libras (116 millones de euros) por Bale, una aspiración económica que los medios británicos matizan y que podría quedarse en 70 millones de euros.
Levy invirtió 10 millones de libras (11,6 millones de euros) en 2007 para contratarlo cuando era un desconocido jugador de 18 años del Southampton y considera a Bale su apuesta personal, por lo que no está dispuesto a dejarle marchar fácilmente.
Tanto el presidente como el entrenador portugués André Villas-Boas han manifestado que Bale continuará en el club del norte de Londres la próxima temporada si logran clasificarse para la Champions.
El jugador, por su parte, no quiere pronunciarse sobre su futuro y sólo ha agradecido en los últimos días las comparaciones en la prensa que lo sitúan a la estela de Ronaldo y del argentino Leo Messi. "Ellos son los mejores, han establecido un límite al que todos queremos llegar", se limitaba a afirmar el galés, que suena como uno de los refuerzos este verano de clubes de primera línea como el Real Madrid, el Bayern Múnich o el Manchester City.