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El Real Madrid no puede relajarse en Turquía si quiere eliminar al Galatasaray

Haría mal el Real Madrid en relajarse, a pesar de la ventaja que concede el 3-0 del Bernabéu.

Haría mal el Real Madrid en relajarse, a pesar de la ventaja que concede el 3-0 del Bernabéu.

"Los milagros existen, y nosotros lo intentaremos". Con esas palabras se expresaba en rueda de prensa el entrenador del Galatasaray, Fatih Terim. Y así será. No hay duda. El 3-0 cosechado por el Real Madrid en el Santiago Bernabéu da una cómoda ventaja a los blancos, pero no es definitiva. Y mal harían los hombres de Mourinho en fiarse. Cosas peores se han visto en el fútbol, y hay varios detalles que invitan a la precaución.

1. Son turcos. Con todo lo que eso implica, futbolísticamente hablando. Se trata de jugadores, equipos, entrenadores, aficiones... que no se rinden nunca. Lo dan todo, absolutamente todo, durante los 90 minutos, independientemente del resultado. Basta recordar la Eurocopa de 2008, con tres remontadas espectaculares de la selección de Turquía, para tenerlo claro. Hoy, seguro que el Galatasaray está convencido de que puede remontar la eliminatoria. Y hasta que el colegiado señale el final del encuentro, lo seguirá creyendo.

2. Son buenos. Que el desconocimiento del equipo y de muchos de sus jugadores no lleve a la confusión. A pesar del 3-0 del Bernabéu, el Galatasaray es un buen equipo. No es el United, vale, pero es el líder de una creciente liga turca, y ha llegado a cuartos de final de la Champions por méritos propios. En esta edición ya se impuso al Manchester United y al Schalke en Alemania. Jugadores contrastados como Sneijder, Drogba o el mallorquín Riera dotan de calidad a un equipo aguerrido con jugadores de gran potencial pero más desconocidos como Selçuk Inan, Kaya o Sabri Sarioglu.

3. Un infierno. Mucho se habla de la estruendosa afición turca, pero no es ninguna exageración. El Turk Telekom Arena, sustituto del mítico Ali Sami Yen, ostenta el récord Guinnes de afición más ruidosa del mundo. Más que la sirena de una ambulancia, y cercano a un avión despegando, por ejemplo. Y no sólo eso; los ultras del Galatasaray –que son prácticamente todos– no dejan de animar a su equipo ni un segundo. Como los de Terim marquen el primero, el estadio va a ser un hervidero. Un infierno.

4. El Real Madrid nunca ha ganado en Turquía. Tampoco le hace falta. Con caer por menos de tres goles le basta. Pero es un dato que da fe de la dificultad de los compromisos en territorio otomano. En 1958 los blancos empataron en su visita al Besiktas (1-1) aunque lograron el pase; en 2001, cayeron derrotados por 3-2 ante el Galatasaray, haciendo bueno el 3-0 cosechado en la ida en el Bernabéu.

5. El recuerdo de Mónaco. Aunque el Real Madrid nunca ha perdido una eliminatoria en la que consiguiera un 3-0 en el encuentro de ida, todavía está latente en la mente de la afición blanca la eliminatoria de cuartos de final de 2004. La supuesta inferioridad del Mónaco y el 4-2 logrado en el Bernabéu hacía presagiar un camino plácido en el encuentro de vuelta; más cuando Raúl puso el 0-1 en el Luis II, pero los Morientes, Giuly y compañía remontaron, lograron el 3-1, dejaron al Madrid en la cuneta, y terminaron con los Galácticos.

Es, pues, muy complicado que los blancos pierdan esta eliminatoria. No sólo por la ventaja adquirida, sino porque es el Real Madrid, uno de los más grandes de Europa. Pero cuidado. No se pueden permitir relajaciones. Eso en la Champions nunca vale, y menos en territorio turco. Quizá por eso ayer Mourinho, en lugar de dar una charla, hizo visualizar a los suyos el vídeo de la eliminatoria Tottenham-Inter de la Liga Europa de hace unas semanas. En Londres, 3-0 para los ingleses; en Milán, 4-1 para los italianos, después de enviar el partido a la prórroga. Lo dicho, que se le escape al Madrid la eliminatoria es muy complicado, pero no una quimera. Más vale no confiarse...

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