Leo Messi ha sido protagonista de un curioso programa de la televisión japonesa, entrenando los penaltis ante un portero-robot. La estrella del Barcelona lanzó cuatro disparos, logrando dos goles en los dos últimos lanzamientos.
El primero, pues, se resolvió con una parada del portero artificial. Y Messi reaccionó proclamando: "Será hijo de puta".
El segundo lanzamiento se estrelló contra el palo, pese a que el futbolista creyó en un primer momento que la pelota había entrado. "Llegó a entrar, ¿no?", se preguntó. "¡Ah! Al palo, al palo", se lamentaba después.
Y a la tercera fue la vencida. Después de dos fallos, Messi logró batir por fin al portero robot y la televisión japonesa lo celebró gritando "goooool".
En un hecho inédito, Messi pidió un cuarto lanzamiento para empatar contra la máguina. Con un disparo raso, repitiendo el mismo lanzamiento que no fue gol en el primer intento, el argentino pudo batir esta vez al portero-robot para empatar a dos la tanda.