El brasileño Felipe Melo y el marfileño Didider Drogba, sacaron del apuro al Galatasaray ante el colista, el Mersin, que dejó en evidencia durante gran parte del partido al rival del Real Madrid en la Liga de Campeones.
Aún condicionado por el mazazo encajado el martes pasado en el estadio Santiago Bernabeu, el Galatasaray retomó la Liga de Turquía, que domina, aunque sin margen de error, ante el acoso del Fenerbahce.
Sin reservas afrontó el choque Fatih Terim, que tiró de todos sus habituales y que tuvo que apretar los dientes ante el primer contratiempo, al inicio del partido, cuando Burhan Eser aprovechó un pase del argentino Emmanuel Culio. Remó contracorriente el cuadro local, al que el panorama se le puso peor cuando a la media hora se quedó con un jugador menos por la expulsión del camerunés Dany Nounkeu.
Igual que sucedió en el estadio Santiago Bernabeu, Fatih Terim quitó al holandés Wesley Sneijder y sacó al campo a Semih Kaya. Además, dejó en la caseta a Emre Colak para dar paso a Nordin Amrabat.
A la hora de partido llegó el empate, gracias a un penalti transformado por Felipe Melo. Y nueve minutos después, apareció el marfileño Didier Drogba, el jugador más incisivo del Galatasaray, para poner por delante a su equipo al aprovechar un centro de Sabri Sarioglu. Otra vez Drogba, a pase de Hamit Altintop, sentenció el choque en el tramo final.