España afronta uno de los partidos más importantes de su historia reciente. Porque en juego no está el ganar un título, sino el poder participar en él. No hay duda de que después de ser campeones del mundo y dos veces campeones de Europa en los últimos cinco años, quedarse fuera del Mundial de 2014 sería un mazazo mayor que cualquier derrota en una final o una semifinal. Y en España, país cíclico cuando de cuestionar a los mejores se trata, ya se duda de la capacidad de los nuestros para sacar adelante el compromiso.
¿Cómo se puede dudar de los jugadores que han convertido a España en la mejor selección de todos los tiempos? ¿Cómo se puede poner en entredicho un estilo que ha llevado a los nuestros a ser admirados, casi venerados, en el mundo entero? ¿Cómo no se va a confiar en un equipo que lo ha ganado todo en el último lustro? Estos tres serían motivos más que suficientes para no temer esta noche. Pero, como dijo ayer Sergio Ramos, "con el escudo no se gana", así que vamos a rescatar otros motivos por si aún quedan escépticos.
Los cuartos de final de hace menos de un año
Históricamente, Francia ha sido una bestia negra para la selección española. Pero eso no era tanto porque los galos nos tuvieran tomada la medida, sino básicamente porque siempre habían sido mejores. Ahora que recientemente esto cambió, el único choque verdaderamente importante en el que ambas selecciones se han enfrentado, España se impuso con relativa comodidad.
Fue en los cuartos de final de la pasada Eurocopa. Hace sólo nueve meses. Los dos equipos eran muy similares a los que veremos esta noche. Y España pasó por encima de Francia. Con su juego de posesión de balón noqueó por completo a los galos, que no dispararon a puerta en los 90 minutos. Xabi Alonso, con dos tantos, fue el encargado de sellar la victoria.
Vuelve el trivote mágico
Precisamente Xabi Alonso vuelve a ser una de las claves para asaltar Saint Denis. Y es que el centrocampista del Real Madrid regresará al once titular. Exactamente igual que Xavi Hernández. Dos pilares de esta selección, que no estuvieron en el decepcionante encuentro ante Finlandia, y que se espera estén al 100% esta noche.
Junto a ellos estará Sergio Busquets, dando lugar a ese tridente en el centro del campo capaz de dominar por completo todos los encuentros, sin importar el rival. Ese trivote que ha comandado la nave de la selección española en los últimos tres años para convertirla en campeona de Europa y del mundo.
Francia, 7 años sin ganar un partido importante
Y no es una exageración. Desde que cayera derrotada en los penaltis por Italia en la final de 2006, la selección francesa no ha ganado ni uno solo de los partidos importantes que ha tenido que afrontar. En la Eurocopa de 2008, fue última en su grupo con un solo punto, tras empatar ante Rumanía y caer derrotada contra Holanda (4-0) e Italia (2-0). Además, la clasificación la había fraguado como segunda de su grupo por detrás de Italia, y eso que lo tenía todo a su favor para ser primera; pero en los últimos encuentros cedió empates en casa ante Italia y en Ucrania, perdió en casa ante Escocia, y sólo pudo ganar a Islas Feroe y Lituania.
En el Mundial de 2010 repitió bagaje: un punto. El logrado al empatar ante Uruguay. Posteriormente, cayó derrotada por México (2-0) y la todopoderosa Sudáfrica (2-1). En la fase de clasificación también fue segunda, mostrándose incapaz de superar ni a Serbia, campeona de grupo, ni a Rumanía en los encuentros decisivos. Ganó la repesca, sí, 0-1 y 1-1 contra Irlanda, pero de una manera que no se podría considerar victoria. Y si no, que le pregunten a los irlandeses.
Y en la pasada Eurocopa sí logró pasar de grupo, sí, pero como segunda, después de imponerse únicamente a Ucrania, empatar con Inglaterra y caer contra una Suecia eliminada cuando tenía opciones de ser campeona de grupo. Después, en cuartos, la historia que todos sabemos: barridos por España.
España ha aprendido a jugar estos partidos
"Tenemos que saber jugar el otro fútbol", lamentaba Luis Aragonés en 2006, después de caer eliminados en el Mundial. Porque de siempre España había llegado a las grandes competiciones desplegando un buen fútbol, pero a la hora de la verdad, cuando llegaban los momentos calientes, los sempiternos cuartos de final, la selección se encogía y doblaba las rodillas.
Desde aquel año, todo cambio. Bueno, para ser más exactos, desde la tanda de penaltis que España le ganó a Italia en la Eurocopa de 2008. Desde ahí, España ha sufrido algún susto, claro, como la derrota ante Suiza en 2010, o el empate ante Italia en 2012. Pero ambos partidos eran los partidos inaugurales. Cuando se vio contra las cuerdas, la selección supo sacar su mejor versión, y ganar un partido tras otro hasta convertirse en campeón.
Ahora vuelve a estar contra las cuerdas, tiene a sus mejores futbolistas, juega frente a una selección que hace mucho, demasiado, que no gana un partido importante, y en la memoria está la exhibición de la pasada Eurocopa. Luego, claro, esto es fútbol. Puede pasar cualquier cosa. Pero no dudemos de la mejor selección de todos los tiempos. España se lo ha ganado.