Nadie esperaba el pinchazo ante Finlandia en El Molinón. El partido invitaba a fiesta, a goleada local sobre el colista del grupo, pero la selección española se encontró con un rival que acabó siendo una auténtica muralla. Al final, empate a un gol que, unido a la victoria de Francia ante Georgia (3-1), obliga al equipo de Vicente del Bosque a ganar el próximo martes en Saint Denis a la Francia de Karim Benzema, Raphael Varane y Franck Ribéry.
Porque una derrota –incluso un empate– dejaría a España contra las cuerdas en este Grupo I, el único de los nueve de la zona europea de clasificación para el Mundial que consta de cinco equipos en lugar de seis. Así, el fantasma de la repesca se cierne ahora más que nunca sobre los campeones del mundo y de Europa, ahora segundos con ocho puntos tras Francia, que tiene diez.
Además, los bleus han alcanzado a España en el golaverage general al estar ambos con +5. Los de Didier Deschamps han marcado ocho goles y han encajado tres, mientras que el saldo de los de Del Bosque es de 7-2.
Lo cierto es que los últimos partidos oficiales de la selección española han dejado bastantes dudas. Hace cinco meses, en el Vicente Calderón, España empató a uno con Francia por culpa de un gol de Olivier Giroud en el tiempo de descuento. Los campeones fueron muy superiores en la primera parte, en la que se adelantaron con un gol de Sergio Ramos e incluso fallaron un penalti por medio de Cesc Fàbregas, pero protagonizaron un alarmante bajón tras el paso por vestuarios para acabar cediendo dos puntos.
Anoche en El Molinón, la selección jugó sin chispa durante el primer tiempo, en el que destacó Andrés Iniesta por encima del resto, aunque se encontró con el tanto del centenario Ramos al inicio del segundo período. Pese a tener controlado el partido, España pareció conformarse con su exigua renta y lo acabó pagando caro al encajar el tanto del exsevillista Temo Pukki. Fue a por el gol de la victoria, pero apenas tuvo tiempo por delante y al final acabó patinando.
Así que ahora toca machada en París, donde España ya ganó la última vez que jugó allí. Fue en marzo de 2010, con victoria por 0-2 gracias a los tantos de David Villa y Sergio Ramos. Además, el penúltimo oficial ante los bleus, en los cuartos de final de la Eurocopa 2012, se saldó con triunfo español por 2-0 gracias a un doblete de Xabi Alonso, pudiendo ganar por fin al vecino en partido oficial.
Precisamente, la recuperación del tolosarra y de Xavi Hernández, que no jugaron ante Finlandia por precaución, invita al optimismo en el equipo español. En la otra cara de la moneda están las bajas de David Silva, que no podrá jugar ante los galos por acumulación de tarjetas, y Jordi Alba, lesionado en el partido de El Molinón.