El Newcastle United, en la zona baja de la Premier League este año, se ha vuelto a encontrar con la misma tragedia del año pasado. Uno de sus futbolistas –en este caso Haidara, Ben Arfa en el anterior- deberá perderse lo que resta de temporada después de sufrir una aterradora entrada por parte de un rival. Y en ambas situaciones, el futbolista de turno no recibió ninguna sanción.
Por eso, no es de extrañar que el club, de manera oficial, haya solicitado a la federación de fútbol inglés (FA) que se cambien las reglas para este tipo de situaciones.
El Newcastle pide, pues, que cuando se produzcan lesiones de gravedad causadas por una entrada voluntaria, el futbolista causante de la misma sea sancionado durante el mismo tiempo que tarde el lesionado en regresar a los terrenos de juego.
La indignación del conjunto de las urracas viene después de conocer que McManaman, el autor de la brutal entrada sobre Haidara, no sólo no vio ninguna tarjeta durante el partido –ni siquiera amarilla- sino que tampoco será castigado de oficio por el comité de turno.
Es por eso que se pide que se cambien las reglas y, dada la gravedad de la entrada y la gravedad de las consecuencias, el futbolista del Wigan sea castigado por, según pide el Newcastle, el tiempo que tarde Haidara en volver a jugar. "Este es un punto de vista que comparten muchos futbolistas, entrenadores, árbitros y periodistas", asegura Dereck Llambias, exjugador del Newcastle y actualmente Director General del equipo.
Pero claro, se genera el debate, porque pueden producirse situaciones en las que una acción involuntaria provoque alguna lesión de gravedad y, entonces, ¿debe ser castigado también ése futbolista?
La respuesta, a priori, parece clara hacia el no. Pero a partir de esa separación, ¿cómo se entra a valorar cuando una entrada merece esa sanción o no? ¿dónde estaría el límite entre la voluntariedad y la involuntariedad de una acción? ¿y qué pasa con otros lances del juego, que no se entran a valorar una vez concluido el partido?
La respuesta no parece sencilla, pero lo que no parece lógico es que este futbolista, de nombre Callum McManaman salga impune de la atrocidad cometida el pasado sábado. Que se lo pregunten a Haidara, que estará sin jugar lo que queda de temporada. Que se lo pregunten al Newcastle, que pierde a un futbolista durante muchos meses por segundo año consecutivo.