Marcelino García Toral es uno de los hombres de moda en el fútbol español. Hace tres semanas se convirtió en el nuevo entrenador del Villarreal hasta final de temporada –con una opción de renovar por una campaña más si logra el ascenso a Primera División– en sustitución del destituido Julio Velázquez.
Desde entonces ha vivido de todo. Desde el 5-0 encajado ante el Castilla en su debut hasta el trago amargo de comunicar a varios futbolistas, en el cierre del mercado de invierno, que el club ya no cuenta con ellos, pasando por una incomprensible expulsión.
"Llego a un grandísimo club, a un club perfectamente estructurado. Vengo con la máxima ilusión y el convencimiento de que he acertado con esta decisión", afirma Marcelino en declaraciones a Tiempo Extra, el programa deportivo nocturno que Vicente Azpitarte dirige y presenta en esRadio.
El técnico asturiano está convencido de que el Villarreal, que actualmente marcha séptimo en la tabla –a un punto de los puestos de play-off y a seis del ascenso directo–, volverá la próxima temporada a Primera, "pero sufriendo mucho". "Si el equipo responde, si se siente a gusto con la idea de juego colectivo, somos claros favoritos a lograr el objetivo del ascenso", señala un Marcelino que se ha encontrado con una "extraordinaria predisposición" de los jugadores.
Una vez superado el "castigo grande" que supuso la derrota en Valdebebas ante el Castilla (5-0), el debut de Marcelino en El Madrigal fue con un claro triunfo ante el Sabadell (3-0), en un partido en el que el técnico de Villaviciosa fue expulsado de forma cuanto menos polémica, lo que le ha costado una sanción de dos partidos. El primero de ellos lo cumplió el pasado fin de semana ante el Guadalajara en el Pedro Escartín (0-0).
Y Marcelino no se muerde la lengua a la hora de hablar de aquella expulsión que decretó el árbitro navarro Prieto Iglesias. "Antes te castigaban con un partido, pero ahora te meten dos directamente. Entiendo que la labor arbitral es muy difícil y que entre todos tenemos que ayudarlos, pero también ellos deben comprender que un entrenador vive en una tensión permanente y que si los resultados no son positivos, nos vamos a nuestra casa. Si eres reiterativo, faltón o maleducado, de acuerdo con que te sancionen con dos partidos, pero éste no ha sido el caso...", se queja.
Al margen de la sanción, que terminará por cumplir este sábado en el encuentro de la próxima jornada de la Liga Adelante contra la Ponferradina, Marcelino también se ha referido a los descartes del club en el mercado de invierno. Uno de ellos es el de Fernando Cavenaghi, que estaba llamado a ser una de las estrellas de Segunda División y que ha acabado defraudando en su paso por el club de La Plana al marcar sólo cuatro goles, dos de ellos en la primera jornada (2-1 ante el Castilla).
"No sé si es justo o injusto, pero cuando yo llegué tenía un plazo de quince días por delante y tenía que tomar decisiones. Vi el nivel de forma de cada jugador, lo que podían aportar al equipo, y nosotros (miembros del cuerpo técnico) fuimos lo suficientemente sinceros para manifestarle a cada jugador lo que pensábamos", señala al respecto.