En su presentación como nuevo jugador del París Saint-Germain, David Beckham anunció que jugaría gratis. El futbolista inglés no quiso desvelar su salario, pero aseguró que irá destinado a obras caritativas con niños con dificultad, organizaciones con las que trabaja el PSG.
Pero se le ha truncado esta solidaria iniciativa. Beckham no podrá jugar gratuitamente y donar el que sería su salario a una asociación caritativa. Deberá percibir, al menos, una salario de 2.200 euros brutos al mes, según publica este sábado Le Parisien.
"Para tener una licencia que le autorice a practicar el fútbol debe tener un contrato de al menos 2.200 euros mensuales", explican a ese diario desde la Unión Francesa de Futbolistas Profesionales (UNFP).
Dado que solo trabajará cinco meses para el PSG, hasta el próximo mes de junio, el inglés sumará un total de 11.000 euros percibidos, lo que le eximirá de pagar impuestos sobre esa remuneración.
Ese diario, que le calcula al inglés unos ingresos anuales de 35 millones de euros, señala también que precisamente el fisco es uno de los motivos que han permitido que Beckham recale en París ahora y no hace un año, en la primera intentona del PSG por ficharle.
"Instalándose en Francia -el año pasado-, la familia Beckham habría pagado varios millones de euros de impuestos y se habría encontrado con cargas superiores a sus ingresos", señala Le Parisien, que recuerda que el ex del Manchester United y del Real Madrid habría tenido que pagar más del 50 % de sus ingresos y el impuesto sobre el patrimonio.
Sin embargo, ahora el inglés no cumple ninguna de las condiciones para quedar sometido al fisco francés, tales como residir en Francia un mínimo anual de seis meses y un día, o tener en ese país su domicilio fiscal o trasladar a tierras gala las sedes de sus empresas.
El único punto en discutible, precisa el diario, es la condición de ejercer una actividad profesional "remunerada o no".