Un gol de Fernando Torres en el minuto 85 que suponía el empate a dos ha evitado la eliminación del Chelsea en los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra, aunque el equipo dirigido por Rafael Benítez deberá jugar el replay con el Brentford, de la League One (tercera división).
El Chelsea, con Torres en el once inicial, pero sin Juan Mata, se ha visto superado por el Brentford en la primera parte, en la que el equipo de la League One, que jugaba como local, se ha adelantado en el minuto 42 con un gol de Trotta para irse con ventaja al descanso.
Benítez ha dado entrada entonces a Mata, que ha sustituido al alemán Marco Marin, y los blues han logrado el empate en el minuto 55 en una jugada personal del brasileño Óscar, que tras controlar el balón en el borde del área ha recortado a dos defensas y ha puesto el balón en la escuadra para poner el empate en el marcador.
El juego del Chelsea, sin embargo, no mejoraba, y el Brentford ha vuelto a adelantarse en el minuto 73 cuando Forrester convertía un penalti cometido por el guardameta del club londinense, Turnbull.
Faltaban poco más de quince minutos para que terminara el partido y el vigente campeón de Europa estaba eliminado por un equipo de tercera, por lo que Benítez se ha decidido a poner toda la carne en el asador y ha hecho saltar al campo al español Azpilicueta (por Ivanovic) y al senegalés Demba Ba (por Bertrand) para acompañar a Torres en el ataque.
El cambio ha dado resultado, ya que el fuenlabreño ha hecho el gol del empate después de controlar un balón con el pecho y orientarlo hacia su compañero, que se lo ha devuelto para que Torres, desde fuera del área, marcara el 2-2 definitivo.
Ahora, el Chelsea -que esta temporada ha sido eliminado de la Liga de Campeones, ha perdido la final del Mundial de Clubes con el Corinthians y ha caído en semifinales de la Copa de la Liga contra el Swansea- se jugará el pase a los octavos de final de la Copa de Inglaterra en el replay que se disputará en su estadio de Stamford Bridge.
Quien no pudo evitar el ridículo fue el Liverpool, que cayó derrotado ante el Oldham, un equipo que lucha por la permanencia en la tercera categoría del fútbol inglés, por 3-2, en el encuentro de los dieciseisavos de final.
Un gol en propia puerta del eslovaco Martin Skrtel tras una acción de Matt Smith a los tres minutos puso por delante al Oldham aunque el uruguayo Luis Suárez estableció el empate minutos después y recondujo el camino del Liverpool, plagado de jugadores habitualmente al margen del equipo titular.
Al borde del descanso Matt Smith apareció de nuevo para adelantar otra vez al Oldham, que amplió su renta al inicio de la segunda parte, con el tanto de Reece Wabara, un futbolista cedido por el Manchester City.
Fue a partir de ese momento cuando el técnico 'red' Brendan Rodgers reaccionó y movió el banquillo. Sacó al mismo tiempo a Stewart Downing en lugar de Fabio Borini y a Steven Gerrard, que ocupó el lugar de Andre Wisdom. Poco después, Jonjo Shelvey saltó al césped e en lugar de Raheem Sterling.
El acoso del Liverpool tuvo premio en el gol de Joe Allen a pase de Skrtel. Restaban diez minutos para el final. Pero el Oldham resguardó su renta e impidió que su rival llevara el choque al 'replay' y quedara eliminado.