El Atlético de Madrid cumplió el trámite ante el Getafe (0-0), aguantó sin problemas la ventaja de tres goles del partido de ida y pasó a los cuartos de final de la Copa del Rey en un partido soporífero en el que jamás se percibió un pequeño atisbo de remontada en el conjunto de Luis García.
Los hombres de Diego Simeone huelen a final. Su parte del cuadro en la Copa es propicio. Sin el Real Madrid y el Barcelona, y con la excelente temporada que están completando, son firmes candidatos a alcanzar el partido decisivo para optar al título
Ante el Getafe sólo tuvo que dejarse llevar y aguantar noventa minutos de un choque en el que el cuadro azulón parecía rendido desde que el árbitro pitó el inicio del encuentro. Aquella remontada histórica de 2007 ante el Barcelona quedaba muy lejos. El espíritu de aquel partido que ganaron los madrileños 4-0 se evaporó en el tiempo.
Este Getafe no tiene la garra de antaño. Acostumbra a sumar algún partido correcto que le mantiene en la elite, pero desde que quedó sexto en la Liga BBVA hace tres temporadas, sólo ofrece emociones para no descender o situaciones estables en tierra de nadie.
La visita del Atlético era una buena oportunidad para dar un golpe heroico encima de la mesa y crear adeptos que se unan a retos interesantes y menos aburridos. Pero nada de eso ocurrió. Con el Atlético bien plantado en el terreno de juego y con la presencia de Radamel Falcao, ausente por sanción en el primer partido de 2013, el Getafe nunca dio sensación de crear peligro. Tampoco los rojiblancos, que en la primera parte sólo crearon incertidumbre con algún disparo sin peligro del "Tigre" y con una vaselina de Raúl García, que a punto estuvo de sorprender a Miguel Ángel Moyá.
Respondió a esas ocasiones Paco Alcácer, que fue el único capaz de inquietar a Thibaut Coutois con un cabezazo que acertó a detener el portero belga. Ésa fue la única oportunidad de un equipo que perdió cualquier lejana esperanza de remontar cuando Rafael López se autoexpulsó con una entrada absurda sobre Radamel Falcao. El Getafe, con diez, y con 45 minutos por delante, sólo aspiraba a cumplir con dignidad en el segundo periodo.
Éste comenzó como terminó el anterior. Incluso empeoró en el minuto 59, cuando Falcao fue sustituido por Diego Costa. El aliciente de ver a uno de los mejores delanteros del mundo desapareció en la fría noche de la ciudad del sur de Madrid. Quedaban 30 eternos minutos por delante para dar por finiquitada una eliminatoria que prácticamente se había terminado en el encuentro del Calderón. El partido de vuelta sobró.
Murió poco a poco, sin apenas ocasiones. Sólo Raúl García pudo adornar el marcador con un gol, pero no aprovechó un buen pase en profundidad de Diego Costa. No hubo más. El Atlético cumplió y es un firme aspirante para llegar a la final. El Getafe no gana desde el 1 de diciembre un encuentro oficial. De momento, en esta temporada cumple, pero nada más.