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El Mallorca se convierte, otra vez, en la casa de los líos

Se avecinan nuevos e importantes cambios en el Consejo del Mallorca después de la traición de Cerdà a Serra Ferrer.

Desde que comenzara el mandato de Serra Ferrer como máximo accionista del Mallorca, los capítulos polémicos e irrisorios se han ido sucediendo uno detrás de otro. No siempre por su culpa, ojo. La salida de la familia Nadal, los cambios de bando de diversos directivos, las absurdas discusiones y acusaciones de Michael Laudrup... En definitiva, una larga historia llena de sucesos y de personajes que están convirtiendo al club en el hazmereír de la Liga. Si no lo era ya.

El último capítulo se vivió ayer, lunes, durante el Consejo de Administración. Biel Cerdà, hasta ahora uno de los hombres de confianza de Serra Ferrer y sustento también de Cladera, el presidente, se cambió de bando, dando su apoyo a Claasen y Terrasa, dos personajes que pretenden destronar a Cladera de la presidencia y hacerse con el control del Mallorca.

Ese cambio de bando no tendría mayor importancia si no fuera porque el 5,04% de las acciones que posee Cerdà hace que la suma de los tres (Claasen, Terrasa y Cerdà) supere el 50% por unas décimas y, por tanto, pasen a ser los máximos accionistas del club.

Es, por tanto, más que probable que en la próxima junta general de accionistas el Mallorca cambie de presidente. El propio Cladera así lo asumía. "No me voy triste porque el trabajo dentro de un club es muy pesado, pero para mí ha sido un honor ser presidente del Mallorca", dando a entender su segura marcha. Finalmente, el aún presidente del Mallorca afirmó que "no me siento traicionado por nadie, en la vida hay una condición humana y cada uno tiene la que tiene".

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